El mercado laboral actúa como un ente vivo en constante evolución. De ahí que muchos teóricos, investigadores y expertos en competencias profesionales emergentes se hayan topado en los últimos tiempos con uno de los más novedosos conceptos que ha llegado al ámbito de los Recursos Humanos como consecuencia del advenimiento de la cuarta revolución industrial: learnability. En el diccionario de la Real Academia Española no es posible encontrar aún una traducción equivalente a este término de origen anglosajón, aunque algunos se atreven a utilizar ya el neologismo “aprendibilidad”.
En 2018, el propio Foro Económico Mundial ya se hacía eco del learnability, definiéndolo como “la curiosidad y la capacidad de aprender nuevas habilidades para mantenerse empleado a largo plazo”. Para este organismo internacional, las características que definen a “un buen learnabiliter” son las siguientes: facilidad de aprendizaje de nuevos conceptos o procesos, predisposición a investigar y formarse en nuevos campos (“sed de conocimiento”) y una actitud positiva ante nuevos retos.
Por su parte, el prestigioso filósofo, escritor y pedagogo, José Antonio Marina, considera al learnability como “la palabra del futuro” en el mundo del trabajo que acabará sustituyendo con el tiempo al concepto de “empleabilidad”. Y es que los responsables de captar talento en empresas y organizaciones se van a decantar, cada vez más, no por aquellos profesionales con más competencias y conocimientos, sino por los candidatos que demuestren un “deseo y habilidad de aprender rápida y eficazmente”. Además, tal y como apunta Marina, las organizaciones manifestarán cada vez más su “fascinación” por los knowmads, los nómadas del conocimiento.
El presidente Ejecutivo de ManPower Group en España, Raúl Grijalba, coincide con José Antonio Marina a la hora de analizar el fenómeno del learnability: “la empleabilidad ya no depende tanto de lo que se sabe, sino de lo que se puede aprender, porque los ciclos de aprendizaje son cada vez más cortos”.
¿Qué requiere la filosofía del learnability?
Es resumen, para los futuros profesionales, los que en la actualidad están acabando sus estudios, un pilar fundamental del éxito en un mundo empresarial donde la robótica y la inteligencia artificial destruirá millones de empleos, será la formación continua. De hecho, la previsión de los expertos en Recursos Humanos es que estas personas tengan que reciclarse entre 10 y 14 veces a lo largo de su vida laboral.
Para referirse a este perfil de talento, Eric Schmidt, exdirector Ejecutivo de Google y actual presidente de Wikipedia, ha acuñado el término “versatile learning animals” (grandes aprendices versátiles).
La filosofía del learnability requerirá por parte del propio capital humano un esfuerzo para salir de su zona de confort, ya que, como asegura el Foro Económico Mundial, “los especialistas de un solo proceso y función están llamados a la extinción”. Eso sí, los especialistas en Recursos Humanos que han prestado atención a esta novedosa competencia profesional advierten de que el learnability sólo tiene sentido dentro de un mismo campo profesional.
Las organizaciones, por su parte, tendrán que estimular ese aprendizaje constante de sus miembros si quieren mejorar o no quieren perder su ventaja competitiva. En este sentido, el especialista en transformación digital, Juan Luis Polo, estima que el perfil learnability “debe ser desde ya el principal objetivo” de los departamentos de Recursos Humanos de las compañías.
En definitiva, además de la captación del talento más capaz de enriquecer su formación con mayor rapidez, las empresas que apuesten por la estrategia del learnability deberían implementar políticas tales como apostar por aquellas personas con mayor predisposición a aprender nuevas habilidades; formar a los profesionales con mayor capacidad de aprendizaje; dar ejemplo desde los niveles más altos de responsabilidad para que los miembros de las organizaciones se incorporen a la dinámica de la formación continua; y premiar -por ejemplo, con más oportunidades de desarrollo profesional– a quienes más se impliquen en dicha estrategia.
Fuentes: El Confidencial, Foro Económico Mundial, Ticbeat y Juan Luis Polo.