Cómo impulsar la parentalidad desde las organizaciones
Sin embargo, y sin ninguna duda, hay un gran consenso en que las competencias parentales que moldean el entorno en el que crece el niño son cruciales para su desarrollo. Tal y como el psicólogo ruso Urie Bronfenbrenner exponía en su teoría Ecológica, somos hijos e hijas de nuestro entorno y los padres, como parte fundamental del primer microsistema, dibujan tal entorno.
“Somos hijos e hijas de nuestro entorno y los padres, como parte fundamental del primer microsistema, dibujan tal entorno”
No obstante, ¿debemos dejar a los padres a su suerte? El Consejo de Europa, y muchas otras instituciones de primer nivel, son conscientes de que no.
Interpelan a los propios países para que articulen políticas familiares que proporcionen las medidas legislativas, administrativas y financieras necesarias para crear las mejores condiciones posibles para el desarrollo de una parentalidad positiva.
Pero ¿y qué pueden hacer las organizaciones? ¿Deben intervenir las empresas? En el caso del sí como respuesta, ¿qué pueden las corporaciones como actores sociales activos que son? UNICEF propone 10 maneras sobre cómo las organizaciones pueden apoyar a las familias.
Destacamos cuatro:
- Garantizar que las mujeres no sufran discriminación en sus condiciones de empleo, salarios y sus oportunidades profesionales por estar embarazadas
- Incentivar prácticas de parentalidad positiva entre los empleados. Una manera de fomentar tales prácticas sería a partir de programas de formación para resaltar la importancia del desarrollo en la primera infancia.
- Abordar las dificultades específicas de cada trabajador según sus singularidades. Considerar a los empleados con horarios cambiantes, que dificultan (y merece un artículo) el propio proceso de crianza, y ayudar con horarios flexibles que favorezcan la conciliación.
- Concienciar a consumidores y clientes sobre la importante de la primera infancia. Es posible aprovechar todo el arsenal de medios disponibles, jugando con píldoras interesante en las redes sociales.
Cuando las empresas apuestan por el equilibrio en el trabajo y en el hogar de sus profesionales contribuyen a fomentar comunidades y familias más saludables y, de paso, negocios más fuertes y economías más prósperas.
Referencias
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