Sin duda, no existe una receta milagrosa para causar una buena primera impresión a tu nuevo equipo, pero una regla básica para entrar con buen pie en la nueva oficina es actuar con naturalidad, tener confianza y transmitirla a los demás. Intenta sentirte cómodo y disfrutar de tu trabajo, siendo tu mismo.
Dar una imagen amigable, mostrarte prudente, humilde y proactivo, con ganas de progresar y siempre dispuesto para ayudar, son las premisas con las que debes guiarte los primeros días. Unos días en los que, lo que más se valorará de ti será tu actitud, no tus habilidades. Por eso, es muy importante que seas capaz de reforzar positivamente tu imagen. No olvides sonreír, sé cercano y haz que la gente se sienta cómoda contigo. Y recuerda que el respeto y la confianza se ganan con el tiempo.
Llega 15 minutos antes
Aunque tengas un horario establecido, no está de más que el primer día llegues con 15 minutos de antelación, así demostrarás interés y ganas por comenzar en el nuevo empleo. Nunca llegues tarde y prueba a realizar el recorrido hasta la nueva oficina con anterioridad en un día laborable para ajustar tus tiempos.
En el momento en el que tu manager te presente para darte la bienvenida al equipo, haz el esfuerzo por recordar los nombres de todas las personas que lo forman y procura nombrarlos cuando te dirijas a ellos. Si fuese necesario, haz un esquema de la oficina y ubica a cada persona con su nombre y sus funciones para memorizarlo.
Además, puede ser útil que te prepares un elevator speech para contar en 30 segundos quién eres, qué hacías antes y cuál es el trabajo que vas a desempeñar.
Escucha, observa y aprende
Durante tus primeros días en la oficina recibirás mucha información nueva que deberás asimilar en muy poco tiempo. Escuchar, observar y aprender, te puede ayudar a integrarte más fácilmente. Dedica tu periodo de aprendizaje, en el que todos estarán más receptivos contigo, para resolver todas las dudas que tengas. De hecho, tomar buenas anotaciones mostrará tu interés y empeño por aprender.
Aprovecha también para analizar cuál es el enfoque principal de tu equipo, los objetivos a conseguir y los obstáculos a superar. Sería conveniente que comenzases a pensar en implementar todos los conocimientos que irás adquiriendo e incluso tu forma de organizarte con los compañeros de equipo. De este modo, transmitirás compromiso con el proyecto y los objetivos del negocio.
Sociabiliza con tus compañeros
Algo fundamental en tu primera semana de trabajo es socializar y participar de las conversaciones con el resto de compañeros. Por lo general, serán ellos los que tomen la iniciativa para integrarte en el equipo bien invitándote a que les acompañes a tomar un café a media mañana o a comer con ellos, ya sea dentro o fuera de la oficina. Aprovecha estos momentos para interactuar e interesarte por su trabajo y sus experiencias.
Por lo general, será el tiempo el que te irá acomodando a tu nuevo ambiente y, a pesar de que los cambios suelen ser incómodos, en esta fase preliminar debes dar lo mejor de ti y mantenerte con una actitud positiva y diligente.
Fuentes: Hays, The Muse, Business Insider