La vida está llena de preguntas, y el mundo laboral no iba a ser menos. Una vez das tus primeros pasos en él, es frecuente que alcanzar el éxito profesional se convierta en una de tus prioridades. Pero antes de alcanzarlo pasarás por distintas fases en las que te llenarás de preguntas: ¿estoy en el sitio correcto? ¿me estoy estancando? ¿es en este campo en el que quiero destacar? Preguntas cuya solución puede ser inmediata o requerir un planteamiento a largo plazo.
La vida profesional no es un camino en línea recta, y no existe una fórmula única que seguir. Si en el planeta somos siete mil millones de personas, entonces hay siete mil millones de formas de alcanzar el éxito profesional. Lo que queremos decir es que es intrínseco a cada uno de nosotros. Pero aún así hay fases que, a tu manera, deberás gestionar y superar para alcanzar el éxito profesional.
El primero paso: autoevaluarse
Contestarlas será probablemente el trabajo de muchos años, ya que, como sabes, el éxito profesional no es fruto de poco tiempo. Pero tenemos una gran noticia para ti, y es que si has sido capaz de llenarte de dudas es porque posees una gran cualidad: tienes capacidad de autoanálisis.
El autoanálisis es una de las habilidades profesionales más valoradas por empresas y trabajadores, y de ella se desprende que tienes la valentía de hablar de ti mismo y de tu situación de forma franca y sincera. Si en algún momento estas preguntas te empujan a un nuevo lugar, a un nuevo trabajo, o incluso a un cambio total de profesión, probablemente seas capaz de sincerarte y afrontarlo.
Continuar o romper con todo
Aunque suene tópico, un nuevo comienzo es una nueva oportunidad de triunfar y alcanzar el éxito profesional. Quizás ya te encuentres en ese momento en el que debes decidir entre seguir haciendo lo que haces o avanzar hacia nuevos caminos. Esta decisión no debe ser siempre drástica: son muchas las empresas que valorarán que des un paso adelante y les plantees nuevos retos.
A este respecto da igual tu edad o tu cargo, querer ir un paso más allá y ofrecer nuevos enfoques creativos será bien valorado en las empresas más innovadoras y punteras del mercado.
Si de todos modos te hace falta un empujón para tomar la decisión, te aconsejamos que eches un ojo a la teoría que los psicólogos James Prochaska y Carlo Diclemente han desarrollado para explicar cómo se llega realmente a un cambio vital. Para ello, explican, pasamos por varias fases: precontemplación, contemplación, preparación, acción y mantenimiento, en la que ya ponemos en práctica pequeños actos para iniciar un cambio de ruta. En pocas palabras, las cinco etapas del Modelo Transteórico del Cambio consisten en:
- Precontemplación. No ser consciente del problema y activar los mecanismos de defensa.
- Contemplación. Se es consciente del problema, pero no se ha tomado la decisión de remediarlo.
- Preparación. Se quiere solucionar el problema y se empiezan a dar algunos pasos.
- Acción. Se realizan los pasos necesarios para cambiar la situación.
- La nueva conducta se convierte en un hábito.
Si sabes en qué fase te encuentras, podrás dirigir tus esfuerzos en pasar a la siguiente o potenciar tu compromiso con solucionar el problema. Y no te preocupes si fracasas: el éxito profesional también entiende de baches.
Cuando fracasar es sinónimo de éxito
Son muchas las personas que se encuentran en una situación laboral en la que no están cómodas. Encuestas como la de la empresa Gallur, que recogió datos de 140 países, llegan a la conclusión de que tan solo el 13% de los trabajadores son felices en el empleo que realizan.
“Sólo aquellos que se atreven a sufrir grandes fracasos son capaces de conseguir grandes éxitos”. (Will Smith).
Pero también son muchas las personas que, tras arriesgarse, han triunfado y han alcanzado el éxito profesional en trabajos muy alejados para los que se habían formado o en los que estaban trabajando. Y es que, ¿qué es trabajar de lo de tuyo? Es decir, entendemos que vamos al colegio, después al instituto, después puede que a la universidad y que una vez finalizada, busquemos algo en nuestro campo. Pero ¿cuál es exactamente? ¿De veras sigue existiendo ‘un campo’? Vayamos más allá.
Motivación y ejemplos de éxito profesional
Podría haber sido abogado de haber terminado su carrera de derecho en Harvard, pero Microsoft ya estaba en marcha y no paraba. Bill Gates es solo un ejemplo más de un camino que cambia radicalmente. Jeff Bezos, el multimillonario fundador de Amazon trabajaba en banca de inversión. En medio de un viaje en coche fue cuando tuvo la idea para fundar el gigante de Internet, idea por la que apostó, fundando Amazon en 1994 en el garaje de su casa.
Un caso menos conocido, pero igualmente motivador para alcanzar el éxito profesional, es el formado por el matrimonio Zagat. En 1979, y rondando ambos los 60, esta pareja de abogados abandonó sus trabajos para fundar la que aún hoy en día es una de las guías gastronómicas más importantes del planeta, con presencia en más de 80 países. En 2010 fue comprada por Google, lo que demuestra su importancia en el mundo “foodie”.
Y como “producto nacional”, hay varios ejemplos de personas cuya carrera académica no corresponde con la profesional. Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, terminó su ingeniería en electrónica en el MIT, pero su vocación por los negocios le ha convertido en una cabeza visible del mundo financiero. Y Paolo Vasile, italiano pero consejero delegado en España de Mediaset, es antropólogo. Un caso cuanto menos curioso.
Demuéstrate a ti mismo
Que quede claro algo: el éxito profesional no va a venir de repente. Requiere esfuerzo, constancia y una inversión vital por tu parte. Pero la meta es, cuanto menos, gratificante. Y recuerda que fallar es solo una experiencia más en el camino del éxito.
Fuentes: El País, Público, Forbes, PsicologíaYMente
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