Todo aquel que se lo proponga puede poner en marcha una poderosa herramienta para desarrollar con éxito su carrera profesional: una marca que lo identifique como un profesional con los conocimientos, actitudes y aptitudes más atractivas para destacar en el mercado laboral. Esto es posible porque el marketing no sólo es eficaz para la promoción de productos y servicios, sino también de personas y, por ende, del talento que demandan las organizaciones.
Esta idea la lanzó por primera vez, en 1997, Tom Peters, un prestigioso escritor estadounidense especialista en gestión empresarial. Lo hizo a través de un artículo visionario titulado ‘The Brand Called You’, en el que definió la “marca personal” como “la promesa de valor” que recibirán compañías o clientes por parte de un individuo.
“Hoy en día, para estar en el mercado, nuestro trabajo más importante es ser el director comercial de la marca llamada TÚ”, sentencia Peters, que asegura que “todo el mundo tiene una oportunidad de ser una marca que vale la pena ser destacada”.
Dos décadas después, los consejos que daba el autor para construir una marca personal siguen en plena vigencia. Aunque estos han sido adaptados a los nuevos tiempos en los que las nuevas tecnologías se han convertido en un poderoso aliado para aquellos que buscan los mejores empleos y para las empresas que quieren contar con el mejor capital humano del mercado.
Estrategias para construir tu marca personal
Un primer paso que todo profesional debería dar para construir su propia marca personal es identificar todo aquello que le hace destacar en su sector: logros, fortalezas y todo lo que pueda ser de interés para los reclutadores de talento. Maya Elious, una de las consultas de desarrollo personal más reconocidas, lo resume del siguiente modo: “Tu valor se basa en lo que eres capaz de aportar, aquello en lo que eres extremadamente bueno”.
El plan que una persona debería desarrollar para promocionarse en el mercado laboral ha de incluir también el valor añadido que puede aportar a la empresa o cliente final para el que se postula. “Para posicionarte adecuadamente tienes que saber qué retos y problemas afronta la organización y cómo tú eres parte de la solución. Tu valor reside en lo que la empresa perdería sin contar contigo en su plantilla”, afirma Elious.
Ese valor se puede incrementar gracias a la formación continua, no sólo la que puede adquirirse cursando un máster o un curso presencial u online. También puede ser muy útil la asistencia a conferencias, charlas y otro tipo de eventos sobre el sector de interés del candidato que, además pueden servir para ampliar la red de contactos profesionales, pues como recuerda Tom Peters, “tu red de amigos, compañeros y clientes es el vehículo de marketing más importante que tienes”.
Ganar visibilidad también es fundamental para edificar una marca personal. Entre las acciones que ayudan a ser percibido como un experto que merece la pena contratar se encuentran la creación de contenidos, así como compartir conocimientos e interactuar con otros profesionales a través de las redes sociales o del networking.
Respecto a las redes sociales, hay que tener en cuenta que, si no se usan de manera correcta y profesional, pueden ser contraproducentes en el desarrollo de la marca personal. Mantener una buena reputación online debe ser otro objetivo a seguir, según se desprende del Informe 2016 Infoempleo-Adecco: Redes sociales y mercado de trabajo, que sostiene que el 86% de las empresas españolas consultan las redes sociales de los candidatos preseleccionados antes de tomar una decisión.
En definitiva, una buena estrategia de personal branding puede marcar la diferencia en el desarrollo de una carrera profesional. Peters lo tiene muy claro: “ningún profesional se define por su puesto de trabajo ni está limitado por la descripción de su puesto”.
Fuentes: Universia, Forbes y El País