Todas las personas proyectamos una imagen, una personalidad y unas capacidades a los demás. Tu marca personal es todo esto y más. Permite diferenciarte de tu entorno, obtener más visibilidad e incluso afecta a tu reputación. En los últimos años, el Social Media ha cobrado fuerza en la imagen que proyectamos: se habla de marca personal digital en LinkedIn, Facebook, Twitter…
No podemos hablar de marca personal sin olvidar la importancia de esta para nuestra carrera profesional. Algo que parecía tan alejado en un principio, como la actividad en redes sociales y la actitud ante un nuevo reto profesional, ahora se encuentra estrechamente relacionado: lo que antes era un curriculum y una entrevista de trabajo para conocer al candidato, ahora se complementa con el contenido que comparte en redes como LinkedIn.
El presente del empleo ya es social-digital. Y no hay otra red social que se preocupe tanto por la marca personal profesional como lo hace LinkedIn.
¿Es útil mejorar mi marca personal en LinkedIn?
LinkedIn, la gran plataforma profesional de Internet
Más de 500 millones de usuarios alrededor del mundo y 16 años de vida avalan el potencial de esta red social para potenciar tu marca personal. Nuevas ofertas de empleo, posibilidad de hacer networking, lectura de contenidos de interés para tu sector… en definitiva, todo lo necesario para no quedarte estancado y actualizarte en la era del Social Media.
Hablemos más concretamente de los beneficios de cuidar tu marca personal en LinkedIn:
- Distingue las cualidades y aptitudes profesionales que te diferencian del resto.
- Difusión. Tú eres tu propio altavoz. Si eliges a los contactos adecuados (e interaccionas con ellos) el engagement que generes crecerá de forma exponencial.
- Facilidad para conocerte. Una adecuada gestión de lo que publicas, compartes y cuentas permite a tus contactos hacerse una imagen transparente de ti.
- Capacidad de mejora. Ofrecer a tu entorno una imagen determinada también sirve para realizar autocrítica, mejorando cada día, según vayamos usando más esta plataforma.
En resumen, LinkedIn tiene la capacidad de crear y generar valor en torno a tu marca personal. Pero esta capacidad es un arma de doble filo: ponerle mimo y cuidado a nuestra imagen digital es tan importante como hacer todo lo contrario. Lo que publiques, opines y compartas va a quedar reflejado no solo en internet, también en la mente de los profesionales de tu sector.
Consejos para despuntar tu marca personal en LinkedIn
Pero realmente, ¿cómo podemos sacar todo el partido a nuestra marca personal? Te contamos algunos pasos que debes seguir para ser 100% profesional en red:
- Completa tu perfil. A nadie le gustan los espacios en blanco en un curriculum. Pues nuestra página propia es eso, un curriculum digital donde todos los huecos deben estar rellenos. El extracto de LinkedIn debe contar tu valor diferencial, la experiencia profesional con términos clave, recomendaciones y aptitudes validadas. Aunque esto último no dependa de ti, verás que llegan por si solas al aumentar tu actividad en LinkedIn.
- Aporta y comparte contenido de calidad. Piensa que lo más seguro es que tengas en LinkedIn personas de tu sector, compañeros de trabajo o gente de tu pasado profesional. Al haber compartido experiencias, seguro que sabes qué tipo de mensajes, noticias y opiniones van a generar más repercusión positiva en tu comunidad.
- Genera una conversación continua. No basta únicamente con publicar el contenido que veas más interesante. Comentar y recomendar el contenido de aquellas cuentas “aspiracionales” (esto es el tipo de marca personal o alguno de sus valores que te gustaría incorporar en la tuya) es clave para iniciar una conversación, llamar la atención o captar el interés. Truco: a veces los perfiles con menos número de seguidores que los grandes de tu sector son los más proactivos a responderte y empezar a interactuar.
- Formatos de riesgo para un crecimiento asegurado de tu marca personal. Aunque compartir hipervínculos está bien, puedes acompañarlo de otras acciones. No tengas miedo a utilizar un tono más cercano, a recurrir a elementos multimedia (el audiovisual es el formato preferido por todo el mundo) o a compartir una opinión más subjetiva sobre algún tema que te preocupe especialmente. Detrás de las pantallas también hay personas, no robots, recuérdalo.