Hace cuatro años se cruzó en su vida un departamento de reciente creación en su empresa actual: Digital Hub. En esa reunión le plantearon una pregunta que sonaba a cheque en blanco: “¿Cómo quieres tú que sea el área de las Smart Cities de ACCIONA?”. Elena apostó por la nueva etapa profesional sin vacilar. Esta vez se trataba de construir, pero más bien un departamento y una filosofía de innovación. Apenas eran una decena de personas, pero en estos cuatro años la plantilla se ha triplicado. También han dejado de hablar de Smart Cities para poner el foco en la Smart Society. ¿Cómo y por qué puede una empresa tener un impacto a tan gran escala? Nos lo explica a renglón seguido.
Hoy he estado en el futuro
“Al final, una compañía como la nuestra tiene la ventaja de que somos el escenario perfecto para hacer pruebas en Smart Cities: tenemos alumbrados, tenemos limpiezas, tenemos un montón de soluciones de movilidad que se están utilizando en un contexto ACCIONA. Y esa era una muy buena ventaja para buscar tecnología que cambiase el día a día de las ciudades”. Eso se traduce en numerosas iniciativas en las que se ayuda a cada área, ya sea Energía, Infraestructuras o Agua, a afrontar sus retos con una perspectiva innovadora.
Un ejemplo básico sería un proyecto de rehabilitación integral que ACCIONA ha acometido en un edificio en Sevilla. Allí, sus compañeros han planteado la creación de un banco impreso en 3D para el patio central: una pieza única y fabricada a medida sin el corsé de los encofrados estándar.
Le preguntamos cuáles son las tecnologías más disruptivas en este momento y se decanta, inicialmente, por el metaverso. Y no por la tecnología per se, sino por su aplicación práctica y el enfoque colaborativo que les brinda. “Lo estamos utilizando para reuniones remotas, de equipos que tienen que trabajar en conjunto […] para trainings de operarios que se tienen que enfrentar a situaciones con maquinaria en las que normalmente no se pueden entrenar y que el hecho de hacerlo virtual es lo más próximo a una experiencia real”. Añade que esa conjunción de lo colaborativo y lo inmersivo permite tener a un “profesor delante que te está guiando […], alguien que sabe te está corrigiendo en el momento”.
Otro de los puntales que están desarrollando en el metaverso son los gemelos digitales, esto es, las recreaciones fidedignas de entornos físicos que permiten modelizar el funcionamiento de una instalación e, incluso, intervenir en su funcionamiento. En ese sentido, están desarrollando gemelos digitales de tuneladoras que permitan a los equipos visualizar su comportamiento conjuntamente desde diversas ubicaciones.
“A los jóvenes que vienen les diría que no dejen que les pongan barreras ni se las pongan y que siempre quieran aprender, que pregunten, que busquen respuestas.”
Una de las experiencias que más le han marcado en términos de innovación tecnológica es el uso de los primeros dispositivos de realidad aumentada. “Recuerdo perfectamente el primer día que me probé las primeras HoloLens de Microsoft […]. Recuerdo que nos hicieron una demo en la que veías como si fuera un controlador aéreo: los vuelos, el origen, destino, por dónde estaban en cada momento […]. Yo recuerdo que ese día dije: hoy sí he estado en el futuro”.
Y nos habla, por supuesto, de cómo la inteligencia artificial les está ayudando a analizar millones de datos en su día a día, a extraer conclusiones en las que antes recurrían exclusivamente a la experiencia. Desde las licitaciones y los pliegos técnicos hasta la parte de ejecución de proyectos, la IA ya es el presente: “En esas conclusiones muy rápidas hay un avance real; la inteligencia artificial está ayudando ya a agilizar todos esos procesos”, nos dice.
Si el análisis por medio de IA es importante, no lo es menos la dimensión predictiva. Concretamente, están utilizando inteligencia artificial para predecir factores meteorológicos y su impacto en las carreteras. Por ejemplo, de qué forma puede afectar una nevada a un tramo vial y cómo anticipar el uso de fundentes y máquinas quitanieves.
Un mensaje para los que vienen
La entrevista concluye con una reflexión, nuevamente, acerca de esa intersección entre la innovación conceptual y tecnológica y el mundo físico. De ver crecer las cosas ante tus propios ojos y comprobar el impacto de lo que haces en el mundo real. Dice Elena que ve a informáticos y desarrolladores que se lanzan a trabajar en grandes empresas digitales sin comprender que serán una pieza más del engranaje, un dígito perdido en un mar de bits. “Aquí vas a hacer proyectos reales. Y encima te dejan ponerlos en negocio, y el de negocio se involucra y te cuenta cuál es su casuística; y entonces le preparas un desarrollo y lo estás haciendo con él y lo y lo pruebas y lo ves […]. Es un poco como la obra, que lo ves terminar”.