En el Centro de Control de Energía Renovable de Chile comenzó a gestionar la comercialización de la energía de ACCIONA en un país “largo y angosto” donde hay grandes discrepancias de producción entre el norte y el sur. El reto –y la adrenalina– fue una fuente de motivación: “Me entretiene bastante la operación en tiempo real, es muy estresante. También era un desafío trabajar de noche… Tienes que tomar decisiones rápido, actuar, seguir procedimiento y todo con protocolos de seguridad; es una presión que no es para todo el mundo”.
“Trabajar en el CECOER es como las Urgencias de un hospital: hay días en los que no pasa nada y otros en los que pasa todo”.
Fundamentalmente, su trabajo consistía en operar activos como los aerogeneradores y paneles fotovoltaicos y detectar problemas, operar las estaciones de alta tensión y monitorizar las subestaciones e interconexiones donde se inyecta la energía generada. “Lo veo como una especie de Urgencias de un hospital; puede que no pase nada y se te haga eterno el turno, pero a veces pasa todo”.
Con el tiempo, el CECOER de Génesis comenzó a operar también con la energía renovable de otros países como Perú, aparte de la matriz española, donde monitorizan activos de la zona de Cataluña.
¿Por qué no iba a ser yo?
Transcurridos tres años como operadora del CECOER, en medio de las frenéticas jornadas frente a las pantallas, Génesis se encontró una oferta de trabajo con la que crecer: ACCIONA Energía estaba buscando alguien que encabezase el centro de control. “La publicación tenía un enfoque de una persona de más experiencia que la mía”, cuenta. Sin embargo, quizá por haber superado un reto tan grande como la ingeniería eléctrica o por los años que llevaba resolviendo desafíos en tiempo real, Génesis tuvo una corazonada: “Entonces hablé con mi jefe, le dije que yo quería el puesto, que yo era capaz de hacerlo”.
Tras la ronda de entrevistas, Génesis se convirtió en la primera coordinadora de un centro de control en Latinoamérica. Sin embargo, antes de tomar las riendas del CECOER, debía familiarizarse con sus nuevas responsabilidades y, de paso, cruzar el charco y conocer un nuevo continente. Era el momento de dar el salto a España, al centro de control más importante de ACCIONA Energía a escala mundial, a través de una fórmula conocida como role swap.
Un cambio de funciones (y el descubrimiento de Europa)
Génesis habla con cariño y admiración de la ciudad de Pamplona, de la historia que pregonan sus calles y sus iglesias. “Me enamoré”, resume. Le sorprendieron también pequeños detalles, como que las calles estuvieran libres de cables. “Cuando caminas por Santiago, está lleno de cables por todos lados, tanto de energía, como de temas de Internet de cable, de datos”.
En los tres meses que pasó formándose como coordinadora de centro de control también advirtió otros detalles algo más importantes. “Había muchas mujeres transversalmente, tanto como operadoras como en el backoffice de CECOER y en jefaturas importantes. Fue así una visión bastante bonita comprobar que había una presencia de mujeres mucho mayor o mucho más normalizada”, relata. Y lo sintetiza de esta forma: “Más que ver cosas especiales, estaba el hecho de que la presencia femenina no era tema [noticia]”.