En España, cada año, alrededor de 70.000 alumnos universitarios son seleccionados por una organización para realizar sus primeras incursiones en el mundo laboral mediante una beca de prácticas para estudiantes. Al finalizar el periodo de la misma (en algunos casos durante el propio curso académico, en otros, durante las vacaciones estivales), una de las grandes metas es lograr continuar en la compañía, enriqueciendo o inaugurando, así, el apartado de “experiencia profesional” del currículum.

Este modelo de prácticas profesionales ofrece los siguientes beneficios que deberían ser considerados también objetivos por parte de los becarios:

  1. Aplicar los conocimientos adquiridos durante las clases de su Grado o Máster.
  2. Conocer por dentro cómo funcionan las organizaciones.
  3. Resolver casos reales en su ámbito de formación.
  4. Comenzar a hacer networking y aprender a tratar de manera profesional con tu entorno.
  5. Construir un perfil profesional atractivo para los captadores de talento.

En cuanto al hecho de transformar una beca de prácticas en un contrato laboral, esto se consigue habitualmente en el 25% de los casos, tal y como apuntan desde la compañía especializada en Recursos Humanos Nexian. Para ello, se tienen que dar dos circunstancias no siempre fáciles de encontrar: la existencia de vacantes en la empresa y haber marcado la diferencia respecto a otros compañeros durante las prácticas profesionales. Si se da la primera parte de esta ecuación, la segunda acaba dependiendo, en definitiva, del desempeño laboral del aspirante.

El desempeño laboral es un concepto utilizado en Recursos Humanos que no solo se refiere al hecho estricto de realizar la labor encomendada de forma correcta. En este caso hablamos simplemente de “rendimiento laboral”. Su significado es más amplio e incluye además otros factores que sirven para medir la idoneidad de la persona, tales como las habilidades, capacidades, actitudes, aptitudes y potencial del candidato para la empresa.

En muchos departamentos de Recursos Humanos es habitual hacer evaluaciones de desempeño laboral de los alumnos que están en su primer empleo en prácticas. Incluso, en muchos casos, es una labor de los profesionales de la organización que ejercen de mentores. No obstante, también es muy positivo para los becarios autoevaluarse desde el principio.

Cómo seguir el desempeño laboral en mis prácticas de estudiante

Si eres becario y aspiras a transformar tu beca en un contrato laboral, te planteamos las respuestas a las dudas que te pueden asaltar al respecto:

¿Conozco bien la empresa donde voy a ser becario?

Es fundamental que si vas a realizar prácticas en una compañía hagas un trabajo previo de investigación sobre la misma, con especial atención a su filosofía, misión, visión y valores. Hay expertos que señalan que mostrar indiferencia sobre estos aspectos pesa negativamente en la evaluación del becario. Además, esa labor indagatoria previa puede servirte para averiguar si realmente existen posibilidades de contratación al finalizar tus prácticas.

¿Qué actitud se espera de mí durante el periodo de prácticas?

Los profesionales de talento suelen incluir el siguiente cóctel dentro de la actitud que hace más atractivo al candidato a seguir en la compañía tras la beca: voluntad y ganas de aprender; flexibilidad para adaptarse a los cambios; coraje para hacer frente a los retos; entendimiento de la cultura organizacional; capacidad de trabajo en equipo; y compromiso con el proyecto de la compañía.

¿Qué competencias valoran más las empresas en un becario?

La experta en Recursos Humanos Viridiana López Rodríguez señala que las habilidades profesionales “más importantes y decisivas” que aumentan las probabilidades de pasar de becario a contratado son:

  1. Creatividad: capacidad para buscar “nuevas y mejores formas de hacer el trabajo”.
  2. Capacidad de iniciativa: “es una de las cosas que más pueden ayudar a destacar”, explica López.
  3. Facilidad de aprendizaje.
  4. Ser resolutivos, tener la capacidad de aportar soluciones.
  5. Habilidades para trabajar en equipo.
  6. Puntualidad y responsabilidad.

Además, debes saber que existen diferentes tipos de perfiles en cuanto a planificación laboral. Es decir, no todos los profesionales son grandes estrategas, al igual que los que mejor piensan a largo plazo pueden no ser tan eficaces en acciones del día a día. En esta división estratégica, táctica y operacional también te encontrarás tú. Descubre tus puntos fuertes, para explotarlos, pero también aquellos en los que puedes no ser tan hábil, para mejorar y trabajarlos día a día. Y recuerda: no todo el mundo es hábil en todo. La diversidad profesional es lo que enriquece cualquier equipo o proyecto.

¿Tendré una mala evaluación de mi desempeño si pregunto mucho?

La curiosidad es una de las actitudes mejor valoradas en el mundo laboral. Preguntar te ayudará a conocer mejor tu trabajo, a lograr una rápida comprensión sobre la organización y a integrarte en su estructura. Por otra parte, hay expertos que apuntan que el exceso de preguntas sobre cada detalle minucioso incide negativamente, Por otra parte, tener autonomía significa  utilizar tus propias habilidades para investigar de forma independiente y obtener las respuestas, lo cual será interpretado como un esfuerzo extra por tu parte.

¿Estoy abordando mi primer empleo como becario de forma correcta?

Trata tus prácticas como un empleo real. Haz todo lo posible por integrarte en el equipo, con generosidad y humildad. Además, si has terminado tus tareas asignadas, suma puntos preguntar qué más puedes hacer para satisfacer las necesidades de la empresa: demostrar que has completado tareas es genial. Mostrar que estás listo para abordar más te ayuda a ser mejor, profesionalmente hablando.

Cómo ves es fácil hacer desde el primer día una autoevaluación de tu periodo de prácticas profesionales. Un buen desempeño laboral durante el mismo te puede beneficiar a corto plazo con un contrato de trabajo. Pero, a largo plazo, el beneficio es seguro: habrás subido escalones hacia la excelencia profesional, convirtiendo tu perfil en un imán para los responsables de captación de talento hacia sus organizaciones.

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