¿Cómo es la nueva organización de los equipos de trabajo?

En esta época de cambios en las compañías impulsados en gran parte por la tecnología, la forma de trabajar en equipo también ha sufrido transformaciones. Pero antes de entrar en profundidad en la nueva organización de los equipos de trabajo, conviene hacer un repaso de los beneficios e inconvenientes que estos conllevan.

Ventajas e inconvenientes de las nuevas culturas organizacionales en el trabajo en equipo

En la parte positiva destaca el empoderamiento que se les da a los empleados que se sienten más respetados debido a que les resulta más sencillo trasmitir sus ideas y pensamientos. Además, se refuerza el sentimiento de pertenencia, por lo que se disminuye la tasa de abandono. Del mismo modo, se amplía la visión para encontrar tácticas y soluciones a los problemas o retos que se plantean en la compañía. Para conseguir esto, la comunicación entre los miembros del equipo debe ser fluida y basada en la confianza.

Pero también hay una parte negativa que es la que se debe combatir para que no acabe afectando al propio trabajo. Un estudio publicado por Harvard Business Review afirma que el trabajo colaborativo suele estar desequilibrado ya que solo entre el 3% y el 5% de los profesionales aporta valor añadido. Esto hace, según la investigación en la que se estudiaron más de 300 empresas, que sean los más requeridos y se forme lo que llaman “cuello de botella”. Es decir, que sin ellos no se realiza la actividad. Es por ello que se debe tratar de equilibrar los equipos y hacer que todos sus miembros se involucren de la misma forma en la aportación de ideas y soluciones. Otra de los errores en los que es fácil caer cuando se trabaja en equipo es en la búsqueda exagerada del consenso, que lo único a lo que aboca es a la ralentización del mismo y con ello a la pérdida de eficacia.

Tipología de equipos de trabajo

El más tradicional es el llamado equipo de trabajo funcional en el que todos los miembros pertenecen a la misma área y tienen el mismo mánager. Trabajan juntos por un propósito común, se reúnen cada día o varias veces a la semana y el líder suele ser la persona con el mayor rango de autoridad.

En el equipo de trabajo por proyectos se aglutinan empleados de diferentes departamentos con un objetivo común temporal para el cuál realizan labores que pueden no ser las suyas habituales. Una vez que lo han conseguido, cada uno se reincorpora a su área. El reto en este tipo de equipos es saber elegir a las personas adecuadas de cada departamento.

La misma estructura de empleados de áreas diversas es la que se encuentra en los equipos de trabajo multifuncionales, aunque en este caso el propósito a conseguir es a largo plazo. Lo que se pretende al crearlo es conseguir una misión multifuncional en la que cada miembro complemente el conocimiento de los otros, obteniendo así mejores resultados.

Otro tipo de equipo de trabajo por proyectos es el que se crea para la resolución de un problema. Miembros de diferentes departamentos se reúnen para intentar buscar una solución y cuando la encuentran vuelven a sus puestos originales, ya que no son los encargados de llevarla a cabo.

Los equipos de trabajo autogestionados se componen de voluntarios que trabajan juntos por un objetivo común en el que están interesados. Su característica principal es que no tiene un líder. Son los miembros los que establecen la división de las tareas y comparten la responsabilidad de las acciones y decisiones del grupo. El respeto y los intereses comunes suelen hacer que los componentes de este tipo de equipos dejen a un lado las diferencias que puedan surgir para así poder conseguir su meta.

Equipos de trabajo virtuales

La presencia de grandes empresas en diferentes localizaciones y el avance de la tecnología han hecho que en los últimos años se desarrollen los equipos de trabajo virtuales. Están compuestos por empleados repartidos en diferentes espacios geográficos que tienen un fin común. Dado que en multinacionales o grupos de compañías hay funciones que son transversales, estos equipos están pensados para que den servicios a todas ellas y sean altamente especializados en su labor, aminorando los costes gracias a la estandarización de los procesos.

En los equipos de trabajo virtuales es muy importante generar confianza tanto entre los compañeros como con los managers y establecer un régimen de disciplina diferente al tradicional, basado más en la planificación de tareas y consecución de objetivos.

Fuentes: Harvard Business Review, Expansión, Chrom.com, EY, Heflo.com

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