¿Qué ocurre cuando nos estresamos? Es como si nuestro cerebro fuese a mil por hora, pero, de lo rápido que va, somos incapaces de seguir nuestros propios pensamientos. Nuestra mente se sobrecarga y finalmente ocurre: nos quemamos.

La gestión del estrés laboral es uno de los principales problemas de la salud mental en la actualidad. Un asunto que, pese a los crecientes esfuerzos de las organizaciones por cuidar el bienestar de sus empleados, aún tiene puntos de mejora.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Los problemas que desencadena una gestión poco certera del estrés laboral

Los datos dicen que muchos trabajadores reconocen estar estresados y quemados. Una combinación que amenaza la salud mental de la fuerza laboral. En este artículo hablamos de los factores ambientales que impactan en ella.

Nos referimos a aspectos como el entorno donde vivimos, las relaciones familiares y sociales, la situación económica y, por supuesto, el trabajo.

El estrés laboral se ha convertido en un problema de salud a nivel global. La Organización Mundial de la Salud ya considera el síndrome de desgaste profesional (burnout) como un problema relacionado con el tiempo dedicado a lo laboral. Lo asocia al estrés crónico en el trabajo, que se caracteriza por una despersonalización de las tareas, un desgaste emocional y físico, y un bajo rendimiento.

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“¿Consideras que ayer estabas estresado?”, es la pregunta que planteaba Gallup en su encuesta global sobre el panorama laboral. En 2021, el 44 % de los trabajadores respondieron afirmativamente. Si bien es cierto que no todos decían que estaban estresados por culpa del trabajo, inevitablemente su estado de ánimo afectaba a su desempeño laboral.

Y es que, cuando estamos estresados, rendimos menos. Pero también nos sentimos menos vinculados a la empresa para la que trabajamos y estamos más dispuestos a buscar un nuevo puesto en otra organización.

 

La paradoja de la recuperación

Según una investigación del Departamento de Psicología de la Universidad de Mannheim, Alemania, al tratar de recuperarnos del estrés caemos en una paradoja. De acuerdo con los expertos, cuando más cansados están nuestros cuerpos y mentes, somos menos capaces de hacer algo para parar y descansar.

Por ejemplo, cuando el trabajo es exigente y sentimos que no podemos con todo, caemos en el error de dedicar muchas horas para tratar de sacarlo adelante y no nos planteamos descansar.

Además, la mala gestión del estrés también nos lleva a comer de manera menos saludable, a pesar de que una nutrición e hidratación adecuadas son importantes para reponer los niveles de energía. Por lo tanto, estamos todavía más cansados como para hacer deporte o alguna otra actividad que pudiese ayudarnos a mitigar el estrés.

 

“Cuando más cansados están nuestros cuerpos y mentes, somos menos capaces de hacer algo para parar y descansar”.

 

 

¿Podemos gestionar de forma correcta el estrés?

La respuesta más sencilla a la pregunta que planteamos sería esta: podemos descansar y desconectar. Pero es necesario hacerlo de una manera efectiva y real para que las emociones, el estado de ánimo, la energía, la motivación y la salud física y mental puedan recuperarse completamente.

La frontera (inexistente) entre la vida personal y profesional

Las organizaciones están llevando a cabo medidas que buscan cuidar el bienestar de sus empleados: políticas de conciliación, modelos de flexibilidad laboral, etc. Pero el estrés laboral va más allá de lo que sucede en los espacios físicos de la oficina.

¿Acaso eres capaz de llegar a casa relajado después de ese momento tenso que has tenido con tu jefe hace apenas un par de horas? ¿Puedes desconectar si no dejas de pensar en la montaña de informes que te quedan por hacer mañana? El equilibrio entre vida personal y trabajo es complejo y va más allá de evitar que te llegue o no un email fuera de tu horario laboral.

 

“El equilibrio entre vida personal y trabajo es complejo y va más allá de evitar que te llegue ningún email fuera tu horario laboral”.

A favor de los microdescansos

La investigación muestra que tomarse descansos cortos de aproximadamente 10 minutos durante la jornada laboral tiene efectos sorprendentemente beneficiosos en la gestión de estrés laboral diario. Apenas unos minutos que pueden dedicarse a meditar, dar un pequeño paseo, tomarse un café o interactuar con los compañeros. Son estrategias que pueden mejorar la motivación y la concentración durante el día.

Actividades que te ayudan a desconectar

Más allá de las actividades de recuperación «estándar» como el ejercicio o el yoga y la meditación, puede que sea el momento de probar cosas nuevas.  ¿Por qué no apuntarse a esa clase de kickboxing? O tal vez es hora de desempolvar esa vieja guitarra. Cualquier actividad que consiga que nuestra cabeza se centre en otra cosa diferente al trabajo será bienvenida.

El papel del líder

Tal y como destaca el estudio de Gallup, la figura del líder tiene mucho peso en cuánto de quemados o sobrepasados están los miembros de su equipo. Según la investigación, el trato injusto en el trabajo, una gran carga de trabajo inmanejable, la falta de apoyo o una gran presión constante por parte de los altos cargos desencadena un gran estrés entre los empleados.

Como hemos visto en anteriores artículos, un estilo de liderazgo abierto y empático es fundamental para que los empleados desarrollen su jornada y sus responsabilidades de forma eficaz sin tener que minimizar su bienestar.

Estas son solo algunas recomendaciones que pueden ayudar a los empleados en su gestión del estrés laboral. Está en manos de las organizaciones también implicarse para terminar con los obstáculos que hacen que su sociedad corporativa se sienta sobrepasada.

 

Fuentes: