El concepto tradicional de oficina está cambiando. La imagen de un lugar abarrotado de mesas, armarios, teléfonos, impresoras, etc. se está quedando obsoleta.

Los avances tecnológicos sucedidos en los últimos años ponen de manifiesto una considerable transformación de los puestos de trabajo, pues las nuevas tecnologías nos permiten continuar con nuestras responsabilidades laborales desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Esta flexibilidad laboral conseguida gracias a las TIC incide directamente ya no sólo en un considerable incremento del teletrabajo, y en consecuencia en la calidad de vida y conciliación familiar de los empleados, sino también en la propia gestión de los espacios. En efecto, cada vez son más las empresas que optan por un modelo diferente tendiendo a eliminar los tradicionales puestos de trabajo asignados a un solo empleado y sustituirlos por un mayor número de espacios compartidos destinados a reuniones y puntos de encuentro.

En un futuro muy próximo se espera que cada trabajador no tenga un puesto físico asignado sino que ocupe uno disponible el día que necesite acudir a la empresa, de modo que estamos ante la desaparición progresiva de las tradicionales oficinas.

 

María Corces

Recursos Humanos