Es decir, como dicen quienes mejor los conocen, “los tipos en mallas son como cualquiera de nosotros”. Con la única diferencia de que en la vida real ya no hay cabida para una identidad secreta -como acostumbran a tener los protagonistas de DC cómics (Batman, Superman)- sino que ambas coexisten, como es más habitual en el universo Marvel.
La verdadera tarea es la de prolongar esta dinámica en el tiempo. Dando el callo en casa y siendo cada día un mejor profesional. Sin que ninguna de las dos facetas se vea condicionada por la otra. Un punto extra que los superhéroes de ficción parece que no tienen que afrontar “vista la facilidad que tienen para escaparse de sus responsabilidades laborales cuando el deber superheroico los reclama”.
Así lo apunta Mariajo Arias en su libro ‘Salvando el mundo en pijama’, recalcando que muchos de ellos sufren de “precariedad laboral como Matt Murdock, alias Daredevil, cuyo bufete de abogados apenas subsiste al pasar sus socios más tiempo recuperándose de las heridas que trabajando”. “Aunque el caso más flagrante es el de Spiderman”, quien apenas llega a final de mes repartiendo pizzas y con las fotos que le vende al director de su periódico.
Nada que ver con Oliver Queen, alias Flecha verde, o Bruce Wayne, más conocido como Batman, quienes por todos es sabido que son multimillonarios metidos a superhéroes. Salvo ellos, el resto no lo tienen nada fácil.
Mutaciones en la cultura organizacional
Todo esto en cuanto a una jornada normal. Introduzcamos en la coctelera la variable de las horas extra. Las que requiere el entorno familiar son innegociables. ¿Y las profesionales? Pues parece que también. La encuesta de Indicadores de Calidad de Vida del Instituto Nacional de Estadística revela que las largas jornadas de trabajo son más habituales de lo que se pensaba de forma que, aunque la jornada semanal no puede superar las 40 horas, el 8,3% de españoles trabaja 49 o más a la semana. Una losa que desequilibra la balanza del work life balance.
Por eso hay que aprender de Spiderman. Donde más hay que desplegar los poderes de superhéroe es en las misiones familiares y no en las profesionales. Como recoge Matthew Gutierrez en The Detroit News, “Subir en la escala laboral sin sacrificar el tiempo en familia es un desafío”. Pero merece la pena intentarlo en lugar de “aprenderlo por las malas” como indican las altas tasas de divorcios derivadas de la desatención o el arrepentimiento por no haber estado más cerca de los pequeños porque la vida pasa muy rápido y en seguida empiezan a volar solos.
Y cuantos más superhéroes equilibrados haya en la empresa, “más fácil será que las nuevas incorporaciones se adapten y mejoren esa cultura organizacional optimizando los resultados”.
Cómo ser un mejor profesional dentro de tu equipo de superhéroes
Esta es una idea que comparte Alexander Maasik. “No hay más que mirar a los Vengadores”, concluye. Para este experto en relaciones públicas y autor del blog weekdone.com, lo más interesante de este dream team de superhéroes es “ver cómo personas que están acostumbradas a hacer sus propias cosas, deben unirse, comunicarse y formar un equipo para hacer que las historias más importantes sucedan. Es importante, eso sí, que un líder comunique los objetivos del equipo y de la compañía a los superhéroes”.
Un trabajo organizado permitirá administrar mejor los éxitos para ser un mejor profesional, pero garantizando, a la vez, los descansos. Como resume Maasik “para que los Vengadores sepan hacia dónde deben ir evitando convertirse en villanos”.
Fuentes: Weekdone.com, Detroit News, BBC, New York Times