Las fronteras entre nuestra vida personal y profesional parecen ser cada vez más borrosas y permeables. Por esto es recomendable tener una buena conciliación laboral y familiar. El modo en cómo gestionamos el paso de un dominio al otro es conocido como Boundary Mangement (Rothbard & Ollier-Malaterre, 2016), o gestión de límites. Este concepto reflexiona si tendemos o no a mezclar la vida personal y profesional, cómo gestionamos el paso de un rol a otro, y sobre qué decisiones tomamos para ajustar nuestro día a día a nuestras preferencias
Este tema está resultando cada vez más relevante, tanto a nivel teórico como práctico, debido al impacto de las tecnologías de la información que nos facilitan saltar de un rol al otro con facilidad (por ejemplo, contestar un WhatsApp de amigos o familiares en el trabajo, o chequear el correo laboral por la noche desde el sofá de casa). También influye el cambio de valores sobre cómo integramos los distintos dominios de nuestra vida y, más recientemente, el impacto de la crisis pandémica, que ha unido escuela, trabajo y familia en un solo espacio.
Historia en cuatro fases del trabajo y la familia
La forma en la que gestionamos los espacios y el tiempo a nivel personal y profesional ha ido cambiando a lo largo de la historia. En la Edad Media, por ejemplo, trabajo y familia convivían en un mismo espacio: el campo. Con la revolución industrial pasamos al escenario contrario y a una diferenciación clara de los espacios público y privado, personal y laboral. La tercera fase se inicia en los años 60 y 70, con la incorporación de la mujer en el mercado laboral remunerado. Finalmente, la cuarta fase se inicia a principios del siglo XXI, con la democratización de las tecnologías de la información que permite gestionar problemas personales o laborales en cualquier lugar y momento.
Esta cuarta fase se asienta con la irrupción de la pandemia sanitaria, que ha implicado una vuelta a la permeabilidad cuasi completa de los distintos dominios, sin necesariamente compartir un único espacio.
¿Perfil laboral integrador o perfil laboral segmentador?
¿Cómo navegamos entre nuestra vida personal y profesional? ¿Cómo nos afecta mezclar ambos ámbitos y mantenerlos separados? ¿Cuál es la mejor solución? Nippert-Eng (1996) en un interesante estudio describió dos grandes modos de gestión: segmentar o integrar. Según la autora, los integradores son aquellos que no les importa solucionar un problema personal desde el trabajo (llamar al médico o pagar facturas), así como tampoco les molesta terminar el trabajo desde casa. Los integradores tienden a tener fotografías de sus familiares en el trabajo, e informes y materiales del trabajo en casa. Unen los contactos profesionales y laborales en una misma agenda y se animan a salir a tomar algo con los compañeros de trabajo.