Hay personas que parecen tener un reloj interno con unas manecillas que giran más rápido que en los demás. Que cubren etapas y avanzan con una sorprendente claridad de ideas y que son capaces de grandes logros desde una edad temprana. A juzgar por su progresión laboral, se diría que Larissa Casassa pertenece a ese selecto club. No había concluido sus estudios universitarios cuando ya dirigía equipos. Y hoy, pese a su aún breve trayectoria profesional, ya ha tenido oportunidad de trabajar en algunas de los grandes proyectos de infraestructuras del mundo como es la Línea 6 de Sâo Paulo en Brasil, así como dar el salto a Australia a pesar de no dominar el inglés inicialmente. Y todo ello de la mano de ACCIONA. Este artículo resume a la perfección lo que la tenacidad, la pasión y la sed de conocimiento pueden lograr cuando se combinan en un solo proyecto vital. Sigue leyendo para descubrir cómo Larissa ha convertido el cambio y los desafíos en el motor de su crecimiento.

El deseo de trabajar y de aprender

Larissa empezó a trabajar muy pronto para ser independiente y costearse los estudios, pero nada más comenzar la entrevista nos menciona unas palabras de su madre: “Mi mamá siempre hablaba conmigo y con mis hermanos. Me decía que sí podíamos trabajar, pero si nos iba mal en la en la escuela no nos dejaría”. Hoy los padres de Larissa se enorgullecen de que todos sus hijos hayan emprendido carreras como ingenieros o empresarios por todo el mundo.

Pero volvamos a Larissa. A los dieciocho años, nada más empezar la carrera, ya estaba trabajando en una empresa de mantenimiento de infraestructuras. Nos habla de horarios maratonianos, cuando se levantaba a las 4:30 de la mañana para ir a trabajar y después acudir a la universidad. Luego llegaba a casa a las 12:00 de la noche.

Y no es que la carrera fuese un balneario. Pasó por la Facultade Tecnologica Tatuape, la Universidad Mogi das Cruzes y la Universidad de São Paulo para completar Ingeniería de Caminos. Siempre se le habían dado bien los números y, aunque coqueteó con el diseño de interiores y la arquitectura, la ingeniería fue la opción ganadora. “A mí me gusta mucho trabajar, tener nuevas experiencias y aprender mucho”, explica.

En ese primer trabajo “serio” ya era supervisora de un equipo de once hombres. A los dos años se convirtió en jefa de equipos. Así que, al final de la carrera, cuando algunos empiezan a hacer sus primeras prácticas, ella ya había acumulado cinco años de experiencia laboral como supervisora.

Un paso más para empezar en el mundo de la ingeniería

Tras completar la carrera, Larissa seguía desarrollando su carrera profesional, aunque no como ingeniera, pero un comentario en una conversación estaba a punto de dar un giro radical a su vida. “Siempre me ha atraído trabajar en grandes proyectos de infraestructuras como el metro, puentes o aeropuertos. Cuando escuché que ACCIONA iba a venir a Brasil para construir la Línea 6, me encantó”.

El que sería su jefe estaba a punto de pasar del metro de Quito a trabajar en la mayor infraestructura de Brasil: la Línea 6 de metro de São Paulo. Aunque era brasileño, había estado muchos años fuera del país, por lo que indagó acerca de ingenieros locales que quisieran embarcarse en el proyecto. Una prima de Larissa le mencionó que alguien de su familia tenía muchas ganas de trabajar como ingeniera. Y así, a finales de 2020, surgió la oportunidad de participar en el proceso inicial de entrevistas. “Al final me ofrecieron un puesto de trabajo, pero no como ingeniera, sino como técnica en planificación”.

Antes de dar el salto a puestos con un perfil más cercano a la ingeniería, tendría que formarse dentro de la empresa. “Me dijeron que me enseñarían cómo se trabajaba en planificación, donde yo no tenía mucha experiencia. Al comienzo fue muy difícil, nunca había trabajado en un proyecto de metro o en túneles”, recuerda.

Por suerte, iba a contar con un gran apoyo: “Mi jefe fue como un profesor para mí. Si soy la profesional que soy ahora es por alguien como él, que tuvo la paciencia para enseñarme todo. Además, ACCIONA era una empresa totalmente diferente a las que había entonces en Brasil”. Al poco, su superior comenzó a darle tareas de ingeniería.

 

“La oportunidad que me dio ACCIONA me ha cambiado la vida, es una compañía que le cambia la vida a quienes trabajan en ella”.

 

Larissa nos habla de ese proceso de aprendizaje y todo lo que le ha reportado. “La oportunidad que me dio ACCIONA me ha cambiado la vida, es una compañía que le cambia la vida a quienes trabajan en ella. Cuando empecé a trabajar en el sector, no solo aprendí con mi jefe, sino con todos mis compañeros. Tienen esa forma de trabajar que, si no sabes, te enseñan. Si tienes una duda, hablas con ellos, se sientan y te lo explican”.

Un espacio de innovación social y tecnológica

¿A qué se refería con aquello de que ACCIONA era una empresa completamente distinta? “Cuando empecé aquí vi que en la compañía había muchas mujeres trabajando, no solamente como ingenieras. ACCIONA ha hecho algo muy bueno en Brasil, que es enseñar a las mujeres distintos oficios, como soldadoras o en construcción. Para mí fue una diferencia muy grande”, explica. Esa perspectiva de la que habla Larissa se ha materializado en iniciativas como la fábrica que suministra las dovelas para los túneles del metro de la Línea 6 y que cuenta con un 70 % de personal femenino.

“ACCIONA ha hecho algo muy bueno en Brasil, que es enseñar a las mujeres distintos oficios, como soldadoras o en construcción. Para mí fue una diferencia muy grande.”

“He tenido jefas líderes como gerentes”, nos dice. “Alcanzar un puesto así es muy difícil para nosotras como somos mujeres, pero ver ese ejemplo en la compañía te da la esperanza de poder ser una gerente algún día”. Las diferencias que advirtió al aterrizar en la empresa no se limitaban a la representación femenina. “Empecé a trabajar con muchos softwares que nunca ha visto en mi vida. Vi muchas tecnologías de topografía que venían de ACCIONA Madrid a Brasil. Y luego la forma de resolver muchos desafíos en la propia construcción, como es hacer los túneles. ACCIONA invierte en muchas tecnologías que no se ven en otras empresas”. En ese proceso, antes de ocupar una posición como ingeniera, recibió un ascenso para trabajar como supervisora.

iXPA: un programa para aprender sobre una empresa global

Si hay un término que aflora una y otra vez en nuestras entrevistas a los perfiles más jóvenes y prometedores de ACCIONA es iXPA, el International Xperiential Programme in Project Administration. O lo que es lo mismo, el programa de ACCIONA en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid para preparar a los líderes del mañana. Larissa no es una excepción, y también tuvo la oportunidad de cursarlo y de crecerse ante los retos. Sucedió cuando llevaba poco más de dos años en la empresa, cuando vio una publicación en LinkedIn que anunciaba el programa.

“Para mí hacer el iXPA fue muy, muy difícil porque las clases eran en inglés, pero fue una gran oportunidad de aprender más e indagar sobre la compañía, porque el curso que teníamos era sobre el crecimiento personal para llegar a ser un futuro gestor o gerente de proyectos”.

 

“(iXPA) fue una oportunidad increíble para hablar con directores de otros países mientras asistíamos a las clases”.

 

Y añade: “Mi energía nace de los desafíos; cuánto más difícil para mí mejor, porque yo sé que con las dificultades es cuando aprendemos. Es cuando nos convertimos en mejores profesionales, en mejores personas. Así que para mí fue increíble.”

El programa, además de ayudarla a desarrollar sus habilidades de liderazgo, fue una ventana al mundo, y no solo por codearse con alumnos Australia o España: “Empezamos a estudiar proyectos que tenemos en muchos otros países. Teníamos que hablar con directores de otros países, para nosotros fue increíble tener esa oportunidad al mismo tiempo que asistíamos a las clases”.

 

Un curso y tres sectores en un año

Mientras completaba el curso de un año, Larissa nos habla de que también pudo foguearse en otras áreas de la empresa. “A mí me gustaba mucho la planificación, pero mi jefe me dijo que sería muy buena oportunidad conocer otra parte. Así que ahí fui a trabajar a producción de túneles. En un primero momento no quería cambiar de puesto, pero cuando cambié para mí fue increíble hacer algo totalmente diferente”.

 

“Cuantos más desafíos tienes en tu carrera, cuantos más cambios, más aprendes y mejor comprendes cómo funciona todo”.

 

 

Pero la producción de túneles solo era un paso más en esa aventura del conocimiento: “A los seis meses cambié de nuevo a geotecnia. Y ahí fue lo mismo, aprendí mucho más con otros trabajos, otros softwares, otros managers y otro equipo, fue todo diferente”.  Y exclama con un entusiasmo contagioso: “Eso es buenísimo porque creo que cuantos más desafíos tienes en tu carrera, cuantos más cambios, más aprendes y mejor comprendes cómo funciona todo”.

Las oportunidades de aprendizaje estaban lejos de haberse agotado, como veremos a continuación. Porque, tras completar el curso, recibió la propuesta de un cambio más radical aún que pasar a otro sector. Se trataba de conocer otro clima, otra cultura y otro mundo.

Volar a la tierra de los canguros

Explica que finalizó su iXPA a mediados de año y que al poco le sugirieron un destino internacional. “Al principio me pasó como cuando no tenía intención de cambiar de puesto. Siempre había tenido mis dudas sobre vivir en otro país, ya que me gusta estar cerca de mi familia en Brasil. Todos mis familiares residen allí, y no deseaba alejarme de ellos”. Sin embargo, le pudieron las ganas de descubrir nuevos horizontes y en agosto ya estaba haciendo entrevistas. “Cuando surgió la oportunidad de trasladarme a Australia, decidí aprovecharla”, recuerda.

Esta vez, sin embargo, entraría en juego otro factor que casi truncó su plan. Ya hemos hablado del orgullo que los padres de Larissa sentían ante el crecimiento profesional de su hija, pero ahora se planteaba una disyuntiva: “Cuando ACCIONA me pidió venir a Australia estuve a punto de no venir, porque descubrimos que mi mamá estaba con cáncer. Les dije que no quería cambiar de país, que quería quedarme en Brasil porque mi mamá iba a precisar de mí”.

“Mi madre me dijo que la oportunidad de trabajar en (Australia) era grandísima, que no todo el mundo la tenía”.

 

Aquí evoca la conversación que mantuvo con su madre en aquel momento crítico: “Recuerdo que habló conmigo y me dijo: ‘Estoy muy contenta con la oportunidad que tienes de trabajar en otro país porque es grandísima. No todos la tienen. Claro que querría que te quedases acá en Brasil conmigo, pero sé que para ti es una gran oportunidad ir a otro país y hablar otra lengua; es lo mejor para tu carrera. Yo tengo a toda la familia en Brasil para ayudarme’”. Así que la decisión quedó clara: tocaba cambiar de continente. Ah, y de sector.

 

De las infraestructuras a la energía

“Llegué para trabajar en una línea de transmisión de energía grandísima, tiene más de doscientos treinta kilómetros”. Explica que el reto no se limitó al paso a un nuevo sector: “Es mi primer proyecto de energía y a la vez tengo que hablar en inglés, que no es ni mi primera, ni mi segunda lengua”, dice en referencia al español con el que nos concede esta entrevista. “Han tenido mucha paciencia conmigo. Y creo que eso es porque es una empresa multicultural, con personas de todas partes, así que aceptan la diferencia”. Y nos dice que pasa el día a día con indios, iraníes, alemanes, franceses o brasileños. “Creo que, si nos juntamos todos, hablamos más de dieciséis lenguas distintas”.

Por ahora, Larissa reside en Sídney. La ciudad se encuentra a tres horas de la ubicación del proyecto, pero ella no tiene que trabajar sobre el terreno. “Ahora estoy trabajando en documentaciones. Tenemos que ver cosas como que las torres eléctricas, que son grandísimas, pueden pasar por las autovías”, nos dice acerca de las funciones que desempeña. “Creo que yo tengo que cambiar de lugar este año, pero no sé cuándo”.

También nos ha hablado de la formación de mujeres en una de las ciudades por donde pasa la línea de alta tensión. “ACCIONA ha formado a algunas mujeres locales, australianas, que han hecho un minicurso. Después esas mujeres han empezado a trabajar en la empresa, algunas de ellas trabajan conmigo”.

¿Y siente deseos de conocer otras partes del país? “Australia es un país grandísimo, es muy hermoso. Claro que quiero conocer tras partes si surge la oportunidad, aunque me está gustando mucho vivir en Sídney. Aquí tengo muchos amigos, un trabajo y juego al fútbol como buena brasileña”, dice esbozando una sonrisa. Y aprovecha para contarnos que es forofa del Corinthians.

Llevamos poco más de una hora de entrevista, pero da la sensación de que ha condensado toda una vida llena de cambios y aprendizajes. Es momento de hacer balance, para lo que nos quedamos con una de sus últimas frases: “Normalmente, cuando hablo con mi papá y mi mamá, suelo decirles que estoy en el mejor momento de mi vida”. Y eso que apenas acaba de empezar.

 

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