Nadie llega tan alto y dura tanto tiempo en la cima sin tener un equipo detrás que lo sostenga. ¿Sabes de quién hablo? De Hyperion, el árbol más alto del mundo. Con 15.85 metros de altura, esta secuoya roja situada en la Costa Oeste de Estados Unidos es un ejemplo del trabajo en equipo en la naturaleza. Y es que pocos pueden decir que han llegado a lo más alto sin ayuda de sus compañeros, ¿no crees?
¿Qué voy a leer en este artículo?
Qué podemos aprender del trabajo en equipo de las secuoyas
Quien haya podido visitar California, seguro que guarda en su memoria un gran recuerdo de la naturaleza que alberga este lugar. Más allá de sus playas, este Estado destaca por ser el hogar de los árboles más altos del mundo: las secuoyas.
El Parque Nacional de Redwood alberga el 45 % de las secuoyas rojas de todo el planeta. Esta magnífica especie es famosa por su gran tamaño y longevidad. Pueden llegar a medir más de 100 metros de altura y tener una vida de 1800 años.
Las secuoyas gigantes son tan enormes por su extraordinaria longevidad y son tan longevas porque han sobrevivido a todas las amenazas que podrían haber acabado con ellas. Su tronco robusto hace que resistan hasta los vientos más fuertes. Su corteza emite sustancias químicas que la protegen frente a hongos y otras amenazas. Además, es ignífuga, por lo que el fuego tampoco es su principal enemigo.
Sin embargo, el secreto de su éxito en el mundo natural es otro: el trabajo en equipo. Pese a ser un árbol tan alto, las secuoyas tienen un sistema de raíces poco profundo en proporción a su tamaño, unos 30 metros desde la base del árbol. Lo extraordinario es que logran estabilizarse mutuamente entrelazando sus raíces con las de los árboles vecinos. Un sistema que les permite soportar inundaciones e incluso huracanes. Se necesitan mutuamente para sobrevivir, crecer y superarse a sí mismas.
Las raíces que afianzan el trabajo en equipo de las oficinas
“La interdependencia es un valor superior a la independencia”, afirma Stephen R. Covey en ‘Los siete hábitos de la gente altamente efectiva’ (Planeta, 2015). El trabajo en equipo aumenta la eficiencia y abre la puerta a que diferentes mentes se concentren en un mismo proyecto.
En anteriores artículos ya hemos hablado del espacio que ocupan los buenos equipos en la satisfacción laboral de los trabajadores. Conseguir relaciones de calidad y confianza con tus compañeros provoca que todos se esfuercen por lograr un objetivo compartido que les lleve a todos, sin dejar a nadie atrás, a alcanzar el éxito.
Del mismo modo que pasa en el deporte, cuando se construye un equipo, las personas que lo forman deben comprometerse a mucho más que a apoyarse. Como en el ejemplo de equipo de trabajo de las secuoyas, deben estar preparadas ante cualquier imprevisto y estar dispuestas tanto a impulsar a los otros cuando deban, como a aprovechar las oportunidades que les brindan los demás.
Escoge los miembros adecuados para el equipo correcto
Formar un buen equipo requiere tiempo y esfuerzo. Del mismo modo que no todas las piezas de un puzle encajan de la misma forma, hay que saber qué compañero funciona con quien -y para qué tarea en concreto-. Es necesario combinar personalidades diversas y compatibles.
Las diferencias entre las personas son un punto a favor a la hora de formar equipos. Hacen que las ideas innovadoras y creativas aparezcan con mucha más facilidad. Además, cada uno de nosotros destacamos por poseer unas u otras habilidades. Por eso es importante construir grupos donde la experiencia o las cualidades de sus miembros puedan aportar puntos de vista nuevos al resto.
En este sentido, el papel de los managers es fundamental. No solo deben conocer la singularidad de cada uno de los trabajadores, sino que deben saber qué bases son necesarias para que un equipo alcance el éxito de forma funcional y armoniosa cuando se le encomienda un proyecto.
Resultados más rápidos y fiables
Dos cabezas piensas más que una. No lo digo yo, lo dice el refranero popular. Trabajar en equipo es poner en común los recursos disponibles para alcanzar un objetivo común. Esto a menudo conduce a mejores resultados porque el equipo no solo presenta las ideas, sino que también son los propios miembros quienes las evalúan, las discuten y las modifican hasta alcanzar un resultado que satisface a todos.
“Trabajar en equipo es poner en común los recursos disponibles para alcanzar un objetivo común”
Este proceso ayuda a reducir el tiempo necesario para alcanzar el éxito. Y cuanto menos tiempo pase alguien en un proyecto significa que más proyectos puede asumir, lo que lleva esencialmente a una mejora en la eficiencia. Esto ayuda a una empresa a ahorrar recursos y, al mismo tiempo, a ser más competitiva.
Inclusión y motivación en equipo
Los compañeros deben estar dispuestos a aprender unos de otros, a entenderse y a escucharse. Será esencial que todos comprendan que no todas las personas que forman el grupo son iguales. Habrá gente más rápida, otros serán más resolutivos o quizás haya quien, invirtiendo el doble de tiempo, consiga resultados excelentes.
Las recompensas, los incentivos y los obsequios pueden aumentar la moral y fomentar la sana competencia entre los compañeros de equipo. Una situación que puede ser un problema si se emplea para destacar que hay gente que aporta más que otros. Ocurre como con las secuoyas. Hyperion es el árbol más grande del mundo solo porque a su lado hay docenas de árboles más pequeños que entrelazan sus raíces con las suyas para tejer una red de seguridad. Y es solo gracias a esa red que Hyperion ha podido alcanzar su propio éxito y destacar entre los demás.
Una cosa que no debe pasarse por alto cuando se habla de trabajo en equipo es la relación general entre los compañeros.
Nadie debe sentirse como un extraño, todos deben sentirse como un miembro valioso del equipo. Involucrar, motivar y alentar a todos los miembros del equipo hace que todos se sientan incluidos e importantes.
“Nadie debe sentirse como un extraño; todos deben sentirse como un miembro valioso del equipo”
El círculo vicioso de los buenos resultados y los empleados motivados
El trabajo en equipo es una parte esencial del éxito de muchas empresas. Apoyar una forma de trabajar más participativa, además, forma nuevas conexiones entre los compañeros. Hay una sensación de logro compartido que motiva a la plantilla en su conjunto.
Nadie quiere que sus empleados se sientan como abejas obreras, sino como una parte intrincada del éxito de su empresa. Cuando las personas que forman una empresa están felices por acudir a trabajar, se crea un mejor ambiente para otros compañeros y para los clientes por igual. Esto fomenta la retención de talento, aumenta el atractivo de la empresa y reduce los índices de absentismo. La gente se siente satisfecha y lo demuestra. Algo que incurre directamente en los buenos resultados del negocio.
Tal y como vimos con el ejemplo de trabajo en equipo en la naturaleza de las secuoyas, si todos los árboles del bosque están cuidados, fuertes y trabajan unidos, seguirán creciendo y creciendo, alcanzando cada día nuevas alturas.
Fuentes:
Curioso e interesante artículo; una lección natural.
Para aplicar las mejores formas de gestionar, también podemos aprender de la naturaleza.
Haciendo gala humildemente del trabajo en equipo, invito a corregir la errata al principio del artículo sobre la altura de Hyperion, al parecer fijada en 115,55 m.
Gracias!