Es posible que no estés seguro de cuáles son tus aspiraciones profesionales, o que no hayas dedicado el tiempo suficiente a pensar sobre ellas. Conocer cuáles son nuestras fortalezas y debilidades es primordial a la hora de desarrollar nuestra carrera.
En este post te señalamos las fases principales por las que has de pasar para identificar adecuadamente cuáles son tus objetivos principales y las acciones necesarias para ser capaz de llevarlos a cabo.
1. Fortalezas
Piensa y anota aquellas actividades en las que, a lo largo de tu vida, hayas notado que te apasionaban, donde mostrabas tu máximo potencial y que te motivaban de manera intrínseca, más allá de que fuesen o no una obligación. Es posible que para completar bien este paso, debas ayudarte de personas de tu alrededor, que te conozcan bien, para que te aporten una visión externa sobre los aspectos en los que destacas.
2. Referentes
Identifica ahora personas referentes con las que hayas trabajado, tanto en experiencias académicas como profesionales, y señala cuáles eran sus virtudes a la hora de potenciar el talento. En esta ocasión, es primordial detectar actitudes y comportamientos que no solo beneficiasen al individuo, sino al grupo en su totalidad. En una organización, los resultados dependerán de varias personas y debes estar preparado para desarrollar tu capacidad de trabajo en equipo.
3. Plan de acción
En este apartado, concentra tu atención en tus puntos débiles o áreas de crecimiento respecto a los referentes encontrados en la fase anterior y escribe una serie de propuestas para mejorarlos. Durante este paso, es conveniente que seas preciso en las acciones que vas a llevar a cabo. Por ejemplo, si una debilidad tuya es el desorden, debes escribir tanto la planificación de tu tiempo diaria para mejorarlo, como las conductas concretas que vas a realizar.
4. Conclusiones
Para finalizar, junta todas las conclusiones que has sacado, proponiendo tres adjetivos positivos que te identifican y otros tres con los que te gustaría identificarte en un futuro próximo. Ten en cuenta que algunas de las cualidades más destacables en las personas son: conocerse bien a sí mismo, ser capaz de anticipar los retos que más dificultad nos ocasionan y ponerse manos a la obra en intentar mejorar nuestras capacidades de afrontamiento.
Cuando vas a optar a un puesto de trabajo, es esencial expresar adecuadamente tus objetivos y metas así como las aptitudes y actitudes con las que cuentas para llevarlos a cabo. En cualquier caso, lo primordial es que tengamos una visión de nuestras habilidades como factores susceptibles de mejora, este punto es crucial para encontrar motivación en trabajar en ellos y poder avanzar en las metas que nos propongamos. Además, este proceso ha de ser continuo; no consiste en realizarlo una vez, sino en interiorizarlo y adoptarlo como forma de pensar y actuar.
Ana Gómez Regidor
Dto. Desarrollo. Acciona S.A