¿Sabes esas mañanas en las que te levantas con el pie izquierdo? Sientes que nada bueno puede pasarte ese día, estás frustrado y del mal humor. En realidad, ese problema matutino es una profecía autocumplida: si creemos que el día se hará cuesta arriba, así será. Las emociones tienen mucho poder a la hora de definir nuestra vida y, por supuesto, también nuestro trabajo. Por eso, aunque no es una fórmula mágica, la regulación emocional es una aliada para enfocarnos en esos sentimientos que nos ayudan a todo salga mejor, incluso levantándonos con el pie izquierdo.
¿Qué voy a leer en este artículo?
¿Qué es la regulación emocional?
Las emociones pueden tener un gran impacto en nuestra forma de trabajar. Las positivas, como la alegría y la motivación, pueden mejorar nuestro rendimiento y nuestra capacidad para resolver problemas. Por otro lado, las emociones negativas generan estrés y la ansiedad, por lo que pueden ser contraproducentes y disminuir nuestra eficacia en el trabajo.
Es importante tener en cuenta que no solo afectan a nuestro rendimiento individual, sino también a la dinámica del equipo y al clima laboral en general. Por lo tanto, es fundamental aprender a reconocer y gestionar nuestras emociones para mantener un equilibrio emocional en el trabajo.
“Es fundamental aprender a reconocer y gestionar nuestras emociones para mantener un equilibrio emocional en el trabajo”.
Por eso, la regulación emocional es la capacidad para manejar las emociones a nuestro favor. Abarca desde repensar una situación desafiante para reducir la ira o la ansiedad u ocultar signos visibles de tristeza o miedo, hasta enfocarse en razones para sentirse feliz o tranquilo. No significa suprimir o evitar las emociones. Si no, más bien, tratar de desarrollar las habilidades de regulación emocional para influir en las emociones que sientes y en cómo las expresas.
La importancia de la regulación emocional en las organizaciones
Manejar el bienestar y el malestar emocional es, o debería ser, un aspecto importante de la cultura organizacional. Al fin y al cabo, estamos hablando de aspectos como sentirse satisfecho con la vida y nuestro desarrollo profesional y personal, si nos sentimos autorrealizados o si creemos que lo que hacemos tienen sentido para nosotros.
En contraste, el malestar emocional tiende a medirse por cosas como una baja satisfacción con la vida, poco entusiasmo e incluso depresión. Así lo explica un estudio del que hablan en Oxford Review, donde ponen el foco en cómo aprender regulación emocional impacta de forma positiva en nuestro trabajo.
Nuestras emociones, lo que sentimos, cambia de un momento a otro. Todo dependerá de las situaciones que enfrenemos a lo largo del día. No nos sentimos igual cuando nos felicitan por una tarea bien hecha que cuando tenemos que reclamar un informe que lleva dos días de retraso.
Eso quiere decir, que nuestro estado anímico está siempre dispuesto a cambiar. Saber identificar y gestionar correctamente esos sentimientos determinará cómo los expresamos.
La regulación emocional y la inteligencia emocional son esenciales para resolver conflictos y construir relaciones saludables. El estado emocional de un líder influye en la percepción y el comportamiento de los empleados. Esto hace que la comprensión de la regulación emocional sea crucial para el bienestar corporativo.
“La regulación emocional y la inteligencia emocional son esenciales para resolver conflictos y construir relaciones saludables”.
Cómo los empleados manejan su salud mental
Los empleados comúnmente manejan su salud mental mediante el uso de estrategias de regulación emocional, las más comunes son:
Reevaluación cognitiva
Se refiere a la capacidad de reconocer las emociones negativas y reemplazarlas gradualmente por emociones positivas. Esto permite que las personas vean una situación desde una perspectiva diferente y bajo una luz más positiva.
La capacidad de participar en una reevaluación cognitiva positiva está fuertemente asociada con el bienestar emocional, porque permite a las personas cambiar su impresión o percepción negativa inicial de una situación por una positiva, lo que puede generar sentimientos más felices y una mentalidad más optimista.
Supresión expresiva
Es la práctica de restringir o reprimir las emociones mediante la reducción del comportamiento emocionalmente expresivo para ocultar las emociones verdaderas. A diferencia de los niños pequeños, se espera que los adultos manejen sus emociones, especialmente la ansiedad y la ira, de una manera socialmente aceptable.
Cuando el estrés laboral, el agotamiento y la falta de armonía en el trabajo tienden a tener un impacto negativo en las emociones del individuo, sus respuestas y la toma de decisiones. Eso no solo es peligroso para la salud del individuo, sino también insalubre para el éxito de los negocios. Ocultar la ira porque se percibe como una emoción negativa es un ejemplo de supresión expresiva.
El estudio, realizado por investigadores de la Université du Québec a Montréal en Canadá, concluyó que el nivel de bienestar de un empleado tiende a predecir los tipos de estrategias de regulación emocional que elige usar con el tiempo. Si el bienestar es alto, es más probable que utilicen estrategias de reevaluación cognitiva. En cambio, en términos de malestar, las personas recurren más a menudo en estrategias de supresión expresiva.
Capacitar a los empleados en el uso de estrategias de regulación de emociones saludables, como la reevaluación, puede tener un impacto positivo significativo en su salud emocional y reducir los síntomas de malestar como la depresión que afectan el desempeño laboral general.
Fuente: