Averiguar tendencias de trabajo para el año que viene no es una tarea fácil. Como cualquier macro cambio, hay detonantes inmediatos (una crisis sanitaria global), causas recientes (la transformación digital disruptiva), movimientos globales complejos (la preocupación organizacional por la sostenibilidad y la interculturalidad) y causas a más largo plazo (la diversidad en equipos de trabajo).

El trabajo de los expertos es establecer un hilo conductor desde el origen hasta las consecuencias. ¿Podemos conocer sus efectos más inmediatos? Posiblemente en 2021 sean los siguientes.

 

La pandemia, la gran incertidumbre

Ante una pandemia, se han tomado dos decisiones: el distanciamiento (llegando al aislamiento) social, afectando a la presencialidad en oficinas, y la búsqueda de una vacuna. La segunda parece acabar de una vez con todas con la primera… ¿pero lo veremos en 2021?

Si en algo coinciden los expertos es que la implantación de la vacuna no es instantánea, pues hemos comprobado su efectividad, pero no su protección durante un largo periodo de tiempo. Al menos, en la primera mitad de 2021, seguiremos teniendo que ser precavidos, fomentando cualquier medida de prevención en espacios físicos de trabajo.

 

La recesión económica mundial, causa de nuevas tendencias de trabajo

¿Es la economía una causa de los cambios laborales que están por venir? Un efecto de la pandemia es la recesión global, que empezó afectando a algunos sectores de forma directa (el comercio o la hostelería) pero que poco a poco, en efecto dominó, involucra al resto de industrias.

No todo es negativo. Parece que es la oportunidad de volver a crecer, esta vez haciendo las cosas un poco mejor. La “recuperación verde”, objetivo marcado por la agenda europea para la reconstrucción tras la pandemia, afronta el desarrollo sostenible como la única vía de escape. Será crucial el papel de las empresas y su cultura organizacional para perseguir este objetivo.

La transformación del espacio de oficina

El teletrabajo, la flexibilidad de horarios (y espacios) y la tecnología colaborativa  son tres herramientas que han permitido a los profesionales seguir desempeñando sus tareas laborales habituales. Hay defensores y detractores, pero, en general, la gente ha asumido el trabajo en remoto como una ventaja.

oficina inundada. montaje

Enfrentarse a la vuelta a los espacios físicos de trabajo se hace, y se hará, desde dos ópticas: la humana (más conexión con los compañeros, más desarrollo no solo profesional, también personal) y la logística (medidas de seguridad exhaustivas, espacios abiertos con distancia suficiente). ¿Cómo cambiará la presencialidad en las organizaciones? El tiempo lo pondrá en su lugar.

 

Educación a distancia actualizada

El modelo académico digital arrastra taras desde su implantación. Al no suceder una “disrupción educativa”, se limitó a pasar todo lo del papel al digital. Es difícil arreglar con parches una fuga tan grande. La educación que reciban los profesionales, recién graduados o trabajadores en período de prácticas debe plantar cara a:

  • La brecha digital. No solo ante la falta de dispositivos para conectarse, también la desconexión con un profesorado que se ha formado en un entorno físico.
  • La interactividad. El método de aprendizaje en papel se ha caracterizado por el desarrollo de la inteligencia lingüística y la matemática, pero internet ofrece más formas de aplicar las inteligencias múltiples a la formación.
  • Las relaciones humanas. La lección más importante de todas es que aprendemos mejor si estamos con más personas que fomenten la diversidad “en el aula”.

 

El liderazgo, al servicio de los trabajadores

Las empresas que quieran que sus trabajadores hagan un esfuerzo extra, deberán arrimar el hombro y hacerlo con ellos. Si antes se buscaban líderes estratégicos, con ojo para captar talento, ahora se añade como un “must” a la lista la inteligencia emocional.

Un líder será líder en 2021 si se preocupa no solo por el trabajo de su equipo, también por sus preocupaciones, sus situaciones personales y sus oportunidades de crecimiento. También que los puestos de trabajo sean seguros y, cuando no lo sean, ofrecer alternativas viables. En resumen, empatía y mucha mano izquierda, pero firme.

 

El auge millennial y el despegue centennial

El mundo empresarial se prepara para el liderazgo de la generación millennial. Los nacidos entre 1981 y 1996 van a reemplazar a la generación X en la alta dirección, aumentando sus ingresos y su influencia. En pocas palabras, el conjunto profesional se debe preparar para cambios en:

  • De nuevo, o una empresa construye su camino a través del desarrollo sostenible o no tendrá éxito.
  • Transformación digital. Hasta ahora la evolución tecnológica de las empresas ha ido a un ritmo lento pero constante. La primera generación conectada acelerará la calidad y cantidad de esta.
  • Equipos diversos. Una de las características de los millennials es que, a pesar de buscar el reconocimiento individual, les gusta el trabajo en equipo. Más si estos grupos se enriquecen gracias a las diferentes aptitudes y actitudes de sus miembros.

Detrás de esta generación vienen los nativos digitales. Los Z entran ya a puestos intermedios muy digitalizados, y prometen un despegue mayor que las generaciones pasadas. Puede que 2021 no sea su año, pero sí el principio de su era.

 

Tendencias de trabajo, en resumen

Sabiduría, coraje y templanza. Platón dividía las virtudes del alma, de la sociedad y del mundo laboal,  en tres. 2.500 años después, podemos relacionarlas con las tendencias de trabajo actuales.

Mayor control y seguridad (templanza), una transformación de espacios y de caracteres (coraje) y un nuevo modo de comprender al profesional y sus tiempos (sabiduría). Platón no andaba tan desencaminado: para que algo funcione, como es el cambio en procesos laborales, se deben ajustar las tres virtudes del alma. 2021 es el año de los retos, pero también de las oportunidades.

Fuentes LinkedIn, Blackie Books, MeetWork