Son aplicaciones informáticas que permiten medir cómo se distribuye ese tiempo y su impacto en términos de desgaste del talento y de la productividad. Así se podrán tomar las medidas necesarias que permitan, por ejemplo, proporcionar a los profesionales una mayor sensación de autonomía y, por lo tanto, más motivación.
Estos programas de medición del tiempo de trabajo también ayudan a hacer frente a la sobrecarga laboral de los más capaces, mediante el rediseño de flujos de trabajo que eviten el desgaste. No hay que olvidar que un profesional con exceso de trabajo corre el riesgo de reducir su rendimiento en términos cuantitativos y cualitativos.
Otros expertos apuntan que, para prevenir el desgaste laboral, hay que mejorar los canales de comunicación entre empleados y managers, de modo que los segundos sepan de primera mano si los segundos, por ejemplo, cuentan con Recursos Humanos y materiales suficientes para realizar su labor.
Asimismo, conviene abrir el círculo de la toma de decisiones: tiene efectos muy positivos, porque el mero hecho de escuchar favorece el sentido de pertenencia de los profesionales hacia la empresa.