Es martes (¿o ya estamos a miércoles?) y apenas quedan dos minutos para que den las ocho. El sol todavía luce sobre el cielo de esta ciudad que, a estas horas de la tarde, espera a que la gente salga a sus balcones para agradecer a los sanitarios y al resto de trabajadores esenciales la labor que están llevando a cabo durante estas fatídicas semanas de confinamiento…

En muchos puntos del planeta, esta es la rutina que se vive desde hace semanas. Nuevos hábitos que antes eran impensables como las videollamadas con los abuelos o las conversaciones entre ventanas a una acera de distancia se han ido instaurando en nuestro día a día. La vida ha pasado a través de nuevos balcones, desde los que también nos hemos acostumbrado a ver el cielo más azul al disminuir las emisiones.

 

Reinventarse y resistir desde los balcones

Durante este tiempo han cambiado muchas cosas. El confinamiento nos ha obligado a reinventarnos. Ahora nuestro hogar se ha convertido en mucho más que una casa. Es nuestro gimnasio y nuestra oficina, el despacho desde el que muchos han conocido el teletrabajo.

También hemos aprendido sobre resiliencia y resistencia. La primavera ha prosperado fuera mientras que dentro, en nuestras casas, florecían desde el miedo o la inseguridad hasta la creatividad o la generosidad más altruistas. La redes sociales nos han enseñado que se puede compartir la vida de otra manera y que la risa, aunque sea a través de una pantalla, ayuda a aliviar el peso de los días que transcurren y que, al mismo tiempo, parece que no pasan. Hemos dejado los abrazos con amigos para abrazar el aburrimiento y descubrir en las horas muertas que existen otras formas de crear, de compartir y de vivir.

Y es que, en este confinamiento, se cerraron los bares y se abrieron los balcones. Se cerraron las tiendas y se abrió la puerta del vecino que, con guantes y mascarilla, se ofrecía a hacerle compra o algún recado a los abuelos que viven en el primero.

Todas esto lo hemos podido apreciar desde nuestras ventanas, que han sido el marco encargado de inmortalizar las vivencias que nos han unido durante este tiempo propio de una distopía.Muchas de ellas han quedado recogidas en la iniciativa de PhotoEspaña y ACCIONA #PHEDesdemibalcón, una interesantísima galería con fotografías impensables que reflejan la visión del confinamiento de cada uno de los usuarios que ha participado en la propuesta.

Fotografía de @maviescribano

Fotografía de @coralfotosconalma

Fotografía de @anaguisadophoto

Fotografía de @donielizquierdo

Fotografía de @aliciagirona

Fotografía de cabecera de @nicoprg