Sabemos que hay ciertos aspectos básicos que comparten las empresas con una cultura organizacional inclusiva: la colaboración, la confianza mutua, el cuidado, etc. Pero, por sí solos, estos factores no son suficientes. Una investigación de Harvard Business Review (HBR) reveló qué era lo que caracterizaba en particular a las empresas diversas e inclusivas: una cultura orientada al aprendizaje.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Las empresas inclusivas fomentan una cultura del aprendizaje

La encuesta realizada por HBR reveló que, de las organizaciones calificadas como muy o extremadamente diversas e inclusivas, el 14 % tenía una cultura organizativa en la que el aprendizaje era el estilo cultural más destacado.

Como ya vimos en anteriores artículos, una organización inclusiva genera un sentido de pertenencia en el que todos los miembros de una compañía se sienten reconocidos, valorados y respetados como persona y se sienten libres de ser quienes son en su contexto laboral.

Según los expertos, las culturas orientadas al aprendizaje aportan la flexibilidad y la apertura de mente necesarias para que las personas que conforman la empresa puedan disfrutar del ambiente empresarial. Además, la capacidad de adaptarse e innovar que caracteriza la cultura del aprendizaje equipa a las organizaciones para poder lidiar con los imprevistos y los avances de un entorno empresarial cambiante.

¿Cómo podemos definir una cultura del aprendizaje? Se trata de un modelo que desafía sus propios métodos y formas de hacer las cosas continuamente. Este enfoque facilita la innovación, la mejora continua y la capacidad de cambio.

A su vez, permite a los profesionales obtener el conocimiento, las habilidades y la experiencia necesaria para dar lo mejor de sí mismos, y ayudar a la organización a crecer a través de su desarrollo personal y profesional.

 

“La cultura del aprendizaje desafía sus propios métodos y formas de hacer las cosas continuamente”

 

De acuerdo con HBR, en la otra cara de la moneda están las organizaciones que fomentan una cultura de autoridad, donde el dominio, la seguridad y la estabilidad ejercen como pilares. Se trata de empresas con índices bajos de diversidad e inclusión.

 

¿Cómo se consigue una cultura del aprendizaje?

Desarrollar la cultura adecuada puede ser un proceso lento y difícil. Pero las organizaciones que lo consigan destacarán por ser equitativas, diversas e inclusivas a largo plazo. Estas son algunas claves que ayudan a fomentar una cultura orientada al aprendizaje:

* Alejarse del statu quo: las organizaciones con culturas orientadas al aprendizaje buscan y valoran a personas que aportan perspectivas y experiencias únicas y variadas.

* Hacer hincapié en la apertura, la creatividad y la exploración: son las características indispensables para aprovechar las ventajas de un lugar de trabajo diverso y para garantizar que se escuche y valore a una amplia gama de perspectivas y experiencias.

* Predicar con el ejemplo: hacen falta líderes que se abran a nuevas ideas, a las críticas y a los comentarios. También es importante reconocer a aquellos que piensan de manera innovadora y se arriesgan. Si los líderes comparten cómo han cambiado sus propias perspectivas con el tiempo, a medida que se han abierto a aprender de los demás y de sus propios fallos, su equipo sentirá que puede seguir ese mismo camino.

* Fomentar una comunicación sobre la cultura organizacional: según datos de HBR, en el 35% de las organizaciones la gente no suele hablar de cultura empresarial. Y lo que no se menciona, ¿acaso existe? Los líderes tienen la oportunidad de incitar a que se abran debates sobre la cultura de la empresa, los valores, qué cambiarían de ella los miembros de su equipo, cómo les hace sentir, etc.

* Diseñar estructuras organizativas y procesos que fomenten una cultura centrada en el aprendizaje: por ejemplo, en los procesos de contratación se puede incluir como factor clave identificar a aquellas personas que destaquen por su curiosidad y su apertura al cambio.

 

Ventajas de contar con una cultura organizacional basada en el aprendizaje

Según una encuesta realizada por Deloitte, el 80 % afirmó que la inclusión es un factor importante a la hora de elegir en dónde trabajar. Además, según datos de Hays, el 47 % de las personas que buscan activamente nuevas oportunidades laborales considera la cultura de la empresa como la razón principal.

Una cultura del aprendizaje ayuda a crear un entorno inclusivo que impulse la retención de talento diverso. Por el contrario, en las organizaciones en las que se silencian, se ignoran o se descuidan diferentes puntos de vista y voces, es más común que haya problemas con la gestión, la contratación y la retención de personal.

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“El 47 % de las personas buscan activamente nuevas oportunidades laborales, considera la cultura de la empresa como la razón principal.”

 

Además de sentar las bases para un lugar de trabajo diverso e inclusivo, las organizaciones centradas en el aprendizaje también estarán bien posicionadas para innovar y evolucionar en un entorno profesional muy cambiante.

Por otro lado, la investigación de HBR descubrió que los encuestados que informaron que trabajaban en organizaciones con un alto rendimiento organizativo tendían a caracterizarlas como más orientadas al aprendizaje, mientras que los que trabajaban en organizaciones con niveles de rendimiento más bajos tenían culturas que no hacían mucho hincapié en el aprendizaje.

Es decir, que lo que es bueno para la diversidad lo es también para los buenos resultados de la empresa. Impulsar una cultura del aprendizaje hace avanzar a la organización y a las personas que la forman hacia un desarrollo inclusivo que favorece a todos.

 

Fuentes:

https://hbr.org/2021/06/research-what-inclusive-companies-have-in-common?