Son muchas las barreras organizativas que frenan un pleno equilibrio trabajo y familia entre los empleados. Los pasados artículos han procurado poner la lupa en algunas de estas barreras como son la falta de legitimidad en el uso de políticas, la percepción de los managers hacia la conciliación, o la propia cultura organizativa dominante. Hay pequeñas grandes medidas e iniciativas para revertir la situación como abrir grupos de discusión, formar a los directivos en materia de conciliación, felicitar a los usuarios de políticas de flexibilidad, invitar a los managers a ser modelos a seguir, o comunicar con honestidad las políticas que ofrece la organización.
Sin embargo, es fácil que estas buenas iniciativas no sobrevivan, si no están bien articuladas, si solo una parte de la organización se las cree, y si no hay un auténtico nuevo cambio de paradigma. La situación que vivimos, actualmente, con la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 puede ser una buena oportunidad para cambiar el paradigma existente. Desde el Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE Business School, hace años que han desarrollado un concepto que podría ser útil para dar pie a este cambio: la Responsabilidad Familiar Corporativa (RFC).
Los ejes de la Responsabilidad Familiar Corporativa
Las políticas en el marco de la RFC son prácticas formalizadas dentro de una organización que apoyan plenamente la integración trabajo, familia y vida personal de las personas que la componen. A menudo pensamos en las políticas como aquellas propuestas que ofrecen flexibilidad en el tiempo y en el espacio, como teletrabajar, disponer de jornada flexible, o jornada intensiva. Pero es necesario no olvidar otras políticas y medidas como serian proponer un cheque guardería o guardería en el lugar de trabajo, facilitar bajas de paternidad o maternidad más allá de la ley, o bien ofrecer seminarios, talleres o asesoramiento en materia de equilibrio trabajo o familia.
¿Cómo definimos la Responsabilidad Familiar Corporativa?
Del mismo modo que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se define como el compromiso de una organización para satisfacer las necesidades de sus grupos de interés por medio de una implicación voluntaria que va más allá del límite de la ley, se define “la Responsabilidad Familiar Corporativa (RFC) como el compromiso de una organización para impulsar un liderazgo, una cultura y unas políticas de conciliación que faciliten la integración de la vida laboral, familiar y personal de sus empleados”. Según los autores, la RFC, como parte fundamental de la RSC, debe contribuir a construir una sociedad centrada en las personas, en la que las mujeres y los hombres disfruten de las mismas oportunidades y puedan contribuir a crear valor y hacer posible una sociedad más justa, sostenible y sana.
Es muy importante, tal y como señalan, que la RFC nazca como un nuevo compromiso, y no sólo por imagen y reputación. Para implementar la RFC en las organizaciones, el equipo del IESE propone centrarse en tres pilares básicos: las políticas, el liderazgo y la cultura. Vamos una a una.