Fracasar no es el fin del mundo, aunque a veces lo parezca. Sobre todo, cuando hablamos de liderazgo y éxito. Si todo lo que intentáramos funcionara a la perfección desde el principio, no habría necesidad de perseverancia. Es fácil desanimarse cuando algo no sale según lo planeado, y a veces rendirse parece más fácil que superarlo. De hecho, según datos de McKinsey, entre un tercio y la mitad de los nuevos directores ejecutivos fracasan dentro de los 18 meses posteriores a asumir el cargo. Pero lo de tropezar y caerse antes de lograr al fin alzar el vuelo sucede mucho más de lo que parece.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Personas que fracasaron antes de triunfar

Antes de crear el imperio de entretenimiento de Disney, Walt Disney fue despedido de un periódico por “falta de imaginación” y su primera compañía de animación se declaró en bancarrota. Sin embargo, su perseverancia le llevó a crear los personajes icónicos por los que le conocemos hoy en todo el mundo, como Mickey Mouse.

Algo similar ocurrió con Thomas Edison. Aunque es famoso por inventar la bombilla eléctrica, Edison enfrentó muchos fracasos antes de lograrlo. Se dice que realizó miles de intentos infructuosos antes de crear un filamento que funcionara adecuadamente. Se le atribuye una famosa cita, a saber si apócrifa, pero que resume muy bien su actitud: “No he fallado. Simplemente he encontrado 10,000 maneras que no funcionan”.

A pesar de ser una de las mujeres más influyentes en los medios de comunicación, Oprah Winfrey tuvo un comienzo difícil. La despidieron públicamente de su primer trabajo en televisión como presentadora en Baltimore por “involucrarse emocionalmente demasiado en sus historias”. Sin embargo, logró construir un imperio mediático y convertirse en una influyente personalidad televisiva.

Estos son solo algunos ejemplos. La historia está llena de personas que inicialmente enfrentaron fracasos, pero lograron superarlos y alcanzar el éxito en sus respectivos campos. Sus historias son inspiradoras y demuestran que un mal resultado no tiene por qué ser el final, sino una oportunidad para aprender y crecer. Sobre todo, cuando hablamos de liderazgo.

 

Solo algunos nacen preparados para el liderazgo y el éxito, pero todos podemos aprender

Liderar no es algo que se aprenda de la noche a la mañana. De hecho, la mayoría de las personas no están preparadas para gestionar equipos u ocupar puestos de responsabilidad cuando se les presenta la oportunidad.

Sin embargo, eso no significa que no puedan aprender. Un buen líder no es el que tiene la personalidad más fuerte o el más inteligente del grupo. Más bien, como hablamos en este artículo, es alguien coherente y honesto, que sabe sacar lo mejor de los demás y cohesionar al grupo para perseguir una meta común.

hombre empujando roca gigante por una cuesta para representar liderazgo exito

Un líder no trabaja para sí mismo, sino para la organización

Tal y como menciona el artículo de McKinsey, alcanzar posiciones de poder lleva a las personas a entender que hay muchos ojos puestos sobre lo que hace, dice y decide. Pero, en lugar de preguntarse “¿Qué legado dejaré?”, esas personas deberían plantearse: “¿A qué propósito organizacional sirvo?”.

Un líder puede significar una pieza clave en un momento determinado de una organización, y la forma en que trabaje, así como las decisiones que tome, marcarán ese momento y a las personas con las que colabore. Sin embargo, es importante entender que su rol no se trata solo de alcanzar el éxito personal, sino de trabajar en pro de la organización en la que se desarrolla.

Debe tener siempre en cuenta el bienestar del equipo y de la empresa para poder tomar decisiones con perspectiva. En este sentido, el liderazgo busca fortalecer las capacidades de todos los integrantes del equipo, fomentando el trabajo en conjunto y el respeto mutuo, para así alcanzar los objetivos deseados.

 

El liderazgo y el éxito requieren escuchar y luego actuar

A la novedad todo el mundo le presta atención. Es normal, genera expectativas y curiosidad. Quieren saber qué piensa, qué cambiará y qué significará ese cambio para ellos. Pero, según los autores, los mejores líderes, cuando estrenan cargo, saben que es mejor escuchar y conocer el clima laboral antes de hacer declaraciones o movimientos prematuros.

Los buenos líderes siempre están atentos a las necesidades y preocupaciones de su equipo. Saben que escuchar es crucial para poder tomar decisiones y actuar en consecuencia. En lugar de imponer su visión, prefieren escuchar a sus colaboradores para crear un ambiente de trabajo colaborativo y conseguir alcanzar objetivos comunes de manera más eficiente. De esta manera, el equipo se siente escuchado y apoyado, y los líderes pueden tomar decisiones más informadas que benefician a la organización y a sus empleados.

 

“Los mejores líderes, cuando estrenan cargo, saben que es mejor escuchar y conocer el clima laboral antes de hacer declaraciones o movimientos prematuros”.

 

 

Las primeras impresiones SÍ importan

No tenemos una segunda oportunidad para causar una primera impresión. La forma en la que nos presentamos al mundo puede tener un gran impacto en la forma en la que nos perciben los demás. Sobre todo, cuando hablamos de liderazgo y éxito. Cuando alcanzas una posición de liderazgo, todos, incluso aquellos con los que has trabajado durante años, se están formando su primera impresión de ti como líder.

Por lo tanto, es crucial que los líderes se preocupen por qué primera impresión quieren dar. Deben asegurarse de que la imagen que proyectan refleje sus valores y objetivos y que inspire confianza a su equipo.

Además, deben ser conscientes de su lenguaje corporal y comunicación verbal, ya que ambas cosas pueden contribuir a una impresión positiva o negativa en los demás. Por no mencionar que está estrechamente vinculado a si motivas o desalientas a tu equipo.

codigo ordenador error para representar el fracaso de los lideres

Los líderes deben aprender a delegar en su equipo

Ser un buen líder no solo implica tomar decisiones cruciales y dirigir a su equipo hacia el éxito, sino también saber delegar tareas adecuadamente. Delegar no solo libera tiempo para otras tareas, sino que también permite que los miembros del equipo se sientan valorados.

Al delegar tareas, los líderes pueden identificar y desarrollar habilidades y talentos en su equipo, lo que puede llevar a una mayor productividad y confianza. Aprender a confiar en el equipo y capacitarlo para tomar decisiones y resolver problemas también puede abrir nuevas oportunidades y perspectivas para reducir los errores y mejorar las relaciones de trabajo.

Además, puede evitar la sobrecarga de trabajo y favorecer el equilibrio entre vida personal y laboral. La posición de los managers en asuntos de conciliación es un ejemplo para el resto de los empleados.

 

“Al delegar tareas, los líderes pueden identificar y desarrollar habilidades y talentos en su equipo, lo que puede llevar a una mayor productividad y confianza”.

 

 

Liderazgo y éxito: Comprender cómo el fracaso puede crear resiliencia y fortaleza

El fracaso, aunque no es una experiencia agradable, puede enseñarnos mucho sobre nosotros mismos y sobre la vida en general. La realidad es que, en algún momento u otro de la vida, todos fracasamos en algo. Sin embargo, es importante tratar de entender cómo esas caídas pueden hacernos más fuertes.

El liderazgo no es un destino, sino un viaje. Requiere crecimiento y desarrollo de habilidades que no se consiguen necesariamente de la noche a la mañana, por lo que debe emprenderse con paciencia y compromiso.

 

Fuentes: