“No hay un plan B, ya que no hay un planeta B”. Así de claro fue el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon en 2014 cuando presentó los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030) en Nueva York. La sostenibilidad del planeta, lejos de ser un concepto abstracto, es una realidad física y material que nos afecta a todos como parte del ecosistema.
En este sentido, la conciliación laboral y familiar, no es una simple herramienta de coordinación entre las responsabilidades laborales y familiares, sino un punto cardinal que permite a las sociedades organizarse de una manera más justa y humana, más sostenible.
Ya hemos hablado de las ventajas del equilibrio trabajo-familia para los empleados, y para las organizaciones , pero no podemos olvidar cuáles son los beneficios del equilibrio trabajo-familia para la sociedad. Y son las organizaciones quienes tienen un rol crucial para permitir y facilitar que estos sean reales. Tres ejemplos para ilustrarlo: la infancia, la equidad de género, y la sostenibilidad.
Beneficios de la conciliación de la vida familiar y laboral en la infancia
Cuando hablamos de equilibrio trabajo-familia, a veces pensamos en los derechos del trabajador para gestionar “a su manera” su tiempo personal. Pero cuando existe una familia con hijos, el cuidado de estos cobra vital importancia en la gestión de ese tiempo, no podemos olvidar el derecho de los niños y niñas a estar con sus padres, especialmente durante los primeros años de vida.
Los países nórdicos, un ejemplo de conciliación laboral y familiar, tienen dos premisas en mente cuando proponen sus políticas de conciliación: child best interest, y freedom to choose. La primera de ellas consiste en tener en cuenta al menor, y no solo al adulto al desarrollar las políticas de flexibilidad y el Estado otorga tiempo a sus progenitores a través de bajas de políticas y programas de flexibilidad.
Es decir, los países nórdicos promueven la conciliación laboral y familiar para velar por que los niños y niñas crezcan sanos y puedan desplegar sus potencialidades desde el primer momento. Por eso, las organizaciones deben ser conscientes de que facilitando un auténtico equilibrio trabajo y familia, no están solo permitiendo a los empleados que gestionen mejor sus necesidades, sino que están facilitando que los hijos e hijas de sus empleados puedan potencialmente crecer con plenitud.