A estas alturas de la película, poco queda que decir sobre el valor de la diversidad en los equipos de trabajo. Bueno, en el trabajo y en la vida en general. Pero más allá de entender que la sociedad está formada por personas de todo tipo, con diferentes habilidades y situaciones personales, ¿cuál es la fórmula que funciona para formar equipos de éxito? ¿Qué perfiles consiguen fomentar una inteligencia colectiva que beneficie a todos?

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¿Cuál es la clave de la inteligencia colectiva de los equipos?

Argumentos como que los hombres son más adecuados para puestos de liderazgo porque soportan mejor la presión y que las mujeres son «demasiado emocionales” nos transportan a épocas cercanas al pleistoceno. Aunque haya quien aún los defienda. Se ha demostrado que tanto unos como otros son capaces de lograr resultados excelentes, independientemente de su género.

Sin embargo, cuantas más mujeres forman un equipo, más inteligente será este. Esa es la conclusión a la que llegaron los investigadores Anita Woolley y Thomas W. Malone tras su estudio sobre la inteligencia colectiva y los equipos de trabajo.

 

“Cuantas más mujeres forman un equipo, más inteligente será este”

 

El experimento consistió en dos fases. Primero, realizaron pruebas de inteligencia individual estándar a todos los sujetos. Luego, distribuyeron a los participantes al azar en equipos. Se pidió a cada grupo que completara varias tareas. Los equipos recibieron puntuaciones de inteligencia en función de su rendimiento. Los equipos que tenían miembros con un coeficiente intelectual más alto no obtuvieron puntuaciones mucho más altas. Pero los que tenían más mujeres sí.

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No es más listo el que más sabe sino el que más escucha

Los expertos observaron que en los grupos que tenían personas inteligentes dominando la conversación no se fomentaba la inteligencia colectiva. La empresa líder mundial en reclutamiento y selección Robert Half, sostiene que “un grupo compuesto en su totalidad por superestrellas de Tipo A puede verse envuelto en luchas de poder”.

Woolley y Malone señalaban que los equipos de éxito no destacan precisamente porque todos sus miembros sean extraordinariamente inteligentes, sino, más bien, porque se escuchan unos a otros. La empatía tiene un papel fundamental. Comparten críticas de manera constructiva, tienen mentes abiertas y no son autocráticos.

Las mujeres obtenían una puntuación más alta que los hombres en la prueba de sensibilidad social. Pese a no tener una respuesta certera, los investigadores consideraban que esto se daba porque todavía hoy se nos condiciona cultural y socialmente de forma diferente. Lo que desemboca en actitudes y comportamientos distintos en función de si eres hombre o mujer.

Como resultado, según la investigación, las mujeres tienden a escuchar mucho más, son más dadas a atraer a otros a la conversación y son menos propensas que los hombres a dominar grupos con sus opiniones.

 

El éxito no entiende de géneros

Durante décadas, se aconsejó a las mujeres ambiciosas que emularan el comportamiento masculino para lograr el éxito en el ámbito profesional. Ahora toca darle la vuelta y que sean ellos quienes observen a sus compañeras en busca de buenas prácticas que puedan ayudarles a mejorar como profesionales. Y no solo a ellos, sino al grupo en su conjunto, a la inteligencia colectiva.

En anteriores artículos ya hemos hablado del papel imprescindible que ejerce la inteligencia emocional a la hora de ser un buen líder. No es para menos. Quienes gozan de esta capacidad saben cómo explotar el talento de cada miembro de su equipo, tratan siempre de sacar lo mejor de cada uno de ellos y elogian los logros que van alcanzando, de manera que consiguen mantenerlos motivados y que se sientan valorados.

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No se trata de defender que existen diferentes capacidades en función del género. «Lo que es realmente importante es tener personas con una alta sensibilidad social, ya sean hombres o mujeres«, afirma la investigación.

La idea con la que deben quedarse las organizaciones es que la diversidad es buena. Los equipos son más que una colección de los mejores talentos. 

Cuando hablamos de éxito, los equipos deben configurarse de tal forma que sus miembros sean capaces de multiplicar sus buenos resultados. Al fin y al cabo, de eso trata la inteligencia colectiva, de colaborar de forma efectiva para alcanzar una meta común de la forma más eficiente posible.

Fuentes: