La identidad de las personas está formada por múltiples factores. En este sentido, la interseccionalidad ha empezado a ocupar el centro del discurso de la inclusión a medida que las organizaciones han ido comprendiendo que no pueden clasificar a sus empleados en casillas estáticas definidas por una sola etiqueta.
Una película sobre la edad como factor de diversidad
‘El becario’ (2015) pone en valor el talento senior y las relaciones intergeneracionales. Esta comedia, protagonizada por Anne Hathaway y Robert de Niro, nos cuenta cómo un jubilado de Brooklyn termina trabajando como becario en una start up de moda. El personaje de Robert De Niro se ha de enfrentar a un presente que no entiende, demasiado rápido, en el que los mayores no tienen cabida.
Más allá de las situaciones cómicas que nos presenta la cinta, la película pone de manifiesto una de las situaciones más preocupantes del mercado laboral actual: la discriminación por edad.
En Europa, solo un 58 % de las personas entre 55 y 65 años está trabajando. Y según datos recientes, un 47 % de los europeos percibe que la edad es un factor de desventaja competitiva frente a otros candidatos de similar perfil.
El edadismo o ageing es una fuente inagotable de discriminación que, a diferencia de otros prejuicios, nos afectará tarde o temprano a todos si no ponemos remedio. El mercado laboral percibe a los empleados de más de 55 años como empleados estancados, inflexibles y caros. Sin embargo, los estudios demuestran que la edad procura habilidades muy valiosas que se adquieren con el tiempo como anticipación, sabiduría o eficiencia en la gestión de situaciones adversas.
“La edad procura habilidades muy valiosas que se adquieren con el tiempo como anticipación, sabiduría o eficiencia”.
Forrest Gump, una lección sobre neurodiversidad
Ya lo decía la propia Sra. Gump, interpretada por Sally Field, en la película “estoy convencida que mi hijo llegará a donde la sociedad le deje”. Forrest Gump es una persona que padece de discapacidad intelectual y pese a ella, el personaje principal no se ve limitado a conseguir grandes metas en su historia. Forrest Gump logra convertirse en un héroe del ejército, en un excelente jugador de ping pong e incluso en una estrella del futbol americano.
En este sentido, la neurodiversidad explica la idea de que no existe una forma “correcta” de pensar, aprender y comportarse. Las personas interactuamos con la realidad de muchas maneras distintas sin que eso suponga una deficiencia o un problema.
Debido a que las personas neurodiversas están conectadas de manera diferente a las personas “neurotípicas”, pueden aportar nuevos enfoques a la hora de abordar problemas o de proponer soluciones.
El estigma y un déficit de información pueden causar dificultades a las personas con neurodivergencia en cuestiones de inclusión. Es importante promover un ambiente propicio para la neurodiversidad, y reconocer y subrayar los puntos fuertes y talentos individuales de cada persona al mismo tiempo que ofrecemos apoyo para sus diferencias y necesidades.
Lo mismo ocurre con el gran abanico de factores que conforman la diversidad de las películas que hemos visto en este artículo. Factores presentes en la sociedad y, cómo no, en las organizaciones. Fomentar una inclusión real es uno de los grandes retos de las culturas organizacionales de hoy. Trabajemos porque deje de ser una ficción.
Fuentes: