Además, las diferencias en la comunicación pueden crear tensiones. Mientras que los veteranos y los baby boomers podrían preferir las reuniones cara a cara y los correos electrónicos formales, los millennials y la Generación Z tienden a favorecer la comunicación rápida y eficiente a través de aplicaciones de mensajería instantánea y plataformas de colaboración en línea. Son ejemplos que proceden del cliché y los estereotipos, pero que bien pueden servir para ilustrar de manera exagerada posibles desencuentros generacionales en la manera de afrontar una filosofía de trabajo.
La riqueza de la convivencia generacional
A pesar de estos retos, cuando se gestionan correctamente, la convivencia generacional ofrece beneficios significativos para la organización. La diversidad de perspectivas puede impulsar la innovación y fomentar la creatividad.
El CEO de Miro señalaba en este artículo que “cuando las personas que se incorporaron a la fuerza laboral antes del correo electrónico pueden colaborar sin problemas con las que se criaron con memes y selfies, una empresa puede lanzar productos más atractivos al mercado, elaborar campañas de marketing atractivas que lleguen a millones de personas y ganarse el amor por su marca en todo el espectro generacional».
¿Cómo se puede enriquecer esa convivencia generacional en la organización? Harvard Business Review propone algunas estrategias:
Fomentar la tutoría no tradicional
La “mentoría inversa”, donde los empleados más experimentados aprenden de los más jóvenes, reduce el miedo a cometer errores y la vergüenza para enfrentarse a nuevas situaciones o retos.
En este tipo de aprendizaje, ambas generaciones comparten consejos e ideas, lo que promueve la apertura mental, mejora la comunicación, aumenta la familiaridad con la tecnología y fomenta redes inclusivas entre compañeros.
Subrayar los puntos de encuentro para generar confianza
Crear confianza en un equipo puede ser difícil, especialmente cuando las personas temen admitir errores. Las suposiciones y los estereotipos generacionales pueden aumentar las tensiones. Sin embargo, se ha demostrado que estas diferencias generacionales no son tan grandes como se piensa. Para mejorar la confianza y cooperación, es útil concentrarse en lo que los miembros del equipo tienen en común y crear oportunidades para que colaboren en proyectos y eventos. Los Grupos de Recursos para Empleados (ERG) pueden ayudar a fortalecer estos lazos intergeneracionales.