Ya sea un empresario que logra sacar su negocio adelante tras una quiebra, un científico que descubre el medicamento que salvará miles de vidas tras años de investigación infructuosa o un deportista que logra ganar un campeonato después de una lesión, las historias de superación tienen algo en común: la resiliencia.

A menudo se identifica como uno de los factores que ayudan a las personas a salir adelante.  Pero pocos de nosotros trabajamos completamente solos, y la forma en que los equipos resilientes perseveran es determinante para la cultura organizacional de una empresa (y sus resultados). De esto nos hablan Bradley Kirkman y Adam Stoverink, profesores de negocios en el estado de Carolina del Norte y la Universidad de Arkansas, en Unbreakable: Building and Leading Resilient Teams

 

¿Qué voy a leer en este equipo?

Las 4 cualidades de los equipos resilientes

La resiliencia es la capacidad de las personas o comunidades para recuperarse de situaciones adversas o superar obstáculos, saliendo incluso fortalecidos de ellas. Esto implica resistencia, flexibilidad y adaptabilidad al cambio. La resiliencia también se refiere a la capacidad de recuperarse de experiencias traumáticas, pérdidas o momentos de estrés. Ser resiliente no significa que uno no sienta dolor o sufrimiento, sino que es capaz de afrontar estos sentimientos y salir adelante con fuerza y positividad.

 

“La resiliencia es la capacidad de las personas o comunidades para recuperarse de situaciones adversas o superar obstáculos”.

 

Gran parte del libro de los profesores Bradley Kirkman y Adam Stoverink se dedica a las cuatro cualidades que los autores creen que los equipos deben cultivar para lograr la resiliencia.

 

Confianza en el equipo

La confianza del equipo, señalan los autores, no es realmente la suma de mucha confianza individual. Un buen puñado de egos inflados no benefician al equipo. El objetivo es la confianza colectiva.

Cuando hay confianza en un equipo, se pueden lograr grandes cosas y se pueden superar obstáculos de manera más eficiente y efectiva. Pero para construir esta confianza, es necesario:

* Tener una comunicación clara y respetuosa.

* Estar dispuestos a escuchar y aprender de los demás.

* Construir un espacio de entendimiento mutuo.

* Que cada miembro del equipo sienta que puede compartir sus ideas sin temor a ser juzgados.

Infografía con equipos resilientes

Prevenir antes que curar

La previsión es crucial en cualquier trabajo en equipo. Saber lo que se espera, conocer los objetivos a alcanzar y tener una hoja de ruta clara es vital para mantener al equipo alineado y en marcha hacia el éxito.

Se trata de elaborar un plan que refleje cuáles son las funciones y responsabilidades de cada miembro para que los demás puedan conocer y estar familiarizados con el trabajo de los demás. Ayuda incluso a que los miembros del equipo puedan saber cómo desempeñar los roles de los demás para que, en cualquier momento, una persona pueda sustituir a otra y el trabajo no corra ningún riesgo.

Cuando se trata de resolver problemas en equipo, es importante estar siempre preparados para sobrellevar cualquier dificultad que puedan presentarse en el camino.

 

Capacidad de improvisar

En este punto, cuando hablamos de equipos resilientes, tan importante es conocer las responsabilidades y roles de los demás miembros del equipo como tener habilidades de improvisación para resolver los problemas que puedan surgir durante el proceso.

Las recomendaciones aquí incluyen configurar equipos “con un alto nivel de diversidad de pensamiento”. La capacidad de improvisar permite a cada miembro del equipo pensar rápidamente en soluciones creativas y adaptarse a diferentes situaciones. Trabajar en equipo implica comunicación y colaboración, por lo que ser capaz de improvisar y adaptarse a las necesidades de los demás es esencial para alcanzar los objetivos en conjunto.

Podemos mencionar como ejemplo la respuesta rápida y creativa del equipo de operaciones de la misión Apolo 13 cuando uno de los tanques de oxígeno de la nave espacial explotó a 205 000 millas sobre la Tierra. Utilizando diversos objetos que tenían en el transbordador, y poniendo en común sus conocimientos y experiencia, crearon un aparato para eliminar el dióxido de carbono del módulo lunar, lo que permitió a la tripulación respirar lo suficiente como para volver a casa.

Cultura de apoyo

¿Los miembros de su equipo se preocupan de verdad y comparten tanto el éxito como el fracaso? Los equipos resilientes están formados por personas que se preocupan profunda y genuinamente el uno por el otro. La resiliencia se expresa a menudo en un profundo compromiso de «coelevar» al equipo en vez de buscar el reconocimiento individual o el éxito.

En lugar de enfocarse en la competencia y el individualismo, la cultura de apoyo busca que:

* Los miembros del equipo trabajen juntos para alcanzar metas comunes.

* Las personas se sientan respaldadas en todo momento.

Personas trabajando en cubos

* Se fomente un ambiente de trabajo más feliz y saludable.

* Se aumente la productividad y la satisfacción laboral.

El director financiero de una compañía de la lista Fortune 100, contratado para transformar su división, estaba preocupado por el fracaso de una iniciativa donde se había superado el presupuesto y no se estaban cumpliendo los plazos. Los equipos no colaboraban entre sí. Ni siquiera compartían información ni se comunicaban entre ellos. En lugar de eso, trabajaban cada uno por su cuenta.

20 equipos de la división, integrados por 389 miembros en total, participaron en una serie de evaluaciones de la confianza interpersonal para comprender los comportamientos que promovían u obstaculizaban la confianza y el rendimiento. Cada equipo se comprometió a tomar medidas específicas para reforzar la colaboración, no solo entre ellos, sino también con los de otras divisiones.

Seis meses después, los comportamientos orientados al desarrollo de la confianza habían aumentado un 63 % y los comportamientos que la obstaculizaban se habían reducido en un 80 %. Al cabo de un año, la iniciativa se había completado dentro del plazo y el presupuesto, y las puntuaciones de compromiso de los empleados habían aumentado un 25 %. Los miembros del equipo habían dejado de trabajar de forma competitiva para hacerlo de forma colaborativa. Se habían convertido en equipos resilientes.  

 

El reto de mantener cohesionados a los equipos en la época de la flexibilidad laboral

Como dijo el filósofo Heráclito, el cambio es la única constante en la vida. Además, ocurre tanto si nos resistimos como si no. Estar preparados para enfrentarlo como un equipo resiliente y cohesionado es la mejor forma de adaptarse y sobrevivir. Es lo que ha ocurrido con la nueva realidad laboral sobrevenida tras la pandemia.

Juntos somos más fuertes. Y esta afirmación no es una simple frase hecha. Un equipo está formado por varias personas que aportan puntos de valor diferentes. Es la suma del talento, la energía y los recursos de diferentes individuos.

 

“Un equipo es la suma del talento, la energía y los recursos de diferentes individuos”.

 

Pero cuando varias personas trabajan juntas es porque el reto a superar o la meta a lograr requiere de habilidades distintas que poseen diferentes individuos. Eso significa que los integrantes tienen que coordinarse, comunicarse y, en ocasiones, exponerse a desacuerdos o disputas.

Evitar las tensiones, motivar y mantener cohesionado un equipo es todo un reto en la época de la flexibilidad laboral. El papel del líder será esencial. Un mánager que conozca las debilidades y fortalezas de los integrantes de su grupo y que sepa cómo alentarlos con una comunicación basada en la inteligencia emocional logrará trabajar con equipos resilientes.

En conclusión, contar con equipos resilientes es clave para el éxito en cualquier ámbito laboral. La capacidad de un grupo para adaptarse a situaciones adversas y salir fortalecidos de ellas no solo mejora el clima laboral, sino que también aumenta la productividad y el rendimiento. Para lograrlo, es importante fomentar la comunicación abierta y el trabajo colaborativo, así como buscar soluciones creativas ante los desafíos. Además, es fundamental reconocer y valorar las fortalezas individuales de cada miembro y apoyarse mutuamente en momentos de crisis. Al trabajar juntos de manera resiliente, los equipos pueden alcanzar objetivos más ambiciosos y enfrentar con éxito cualquier obstáculo que se presente en el camino.

 

Fuentes: