¿Recuerdas “Nosedive”, el primer capítulo de la tercera temporada de Black Mirror? En este episodio, la protagonista, Lacie, vive en un mundo obsesionado con el estatus social, donde cada interacción se califica en una escala de una a cinco estrellas. Su objetivo es mejorar su calificación para poder mudarse a un exclusivo complejo de apartamentos. Pero una serie de catastróficas desdichas la arrastran a una espiral de calificaciones pésimas.

Todos hemos experimentado alguna vez el peso de una evaluación negativa. Ya sea en un examen, en el trabajo, en una crítica de un producto o servicio que ofrecemos, por parte de un amigo o familiar por algo que hicimos (o que se nos olvidó hacer).

La historia de Lacie nos muestra cómo nos afecta este sistema de evaluación constante, sobre todo si no estamos preparados para aceptar y aprovechar aquellas posibles evaluaciones negativas que podamos recibir. Precisamente, eso abordamos en este artículo: ¿Cómo podemos tener una actitud abierta ante las críticas y utilizarlas a favor de nuestro desarrollo profesional?

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Así nos afectan las evaluaciones negativas a nuestro desarrollo profesional

Una evaluación negativa no es más que un juicio de alguien (evaluador) sobre algo o alguien (evaluado) en el que se percibe y se comparte que aquello evaluable no cumple con ciertos estándares o expectativas: se valora negativamente.

A veces las evaluaciones son formales (examen o desempeño a finales de año), otras informales (un comentario en el pasillo sobre aquello realizado). Sea como sea, parece que estamos más expuestos a posibles evaluaciones negativas que nunca.

Un nuevo paradigma evaluativo nos rodea, sobre todo con las dinámicas de las redes sociales, donde crecen sin cesar los momentos y acciones en las que evaluamos y podemos ser evaluados. Lo hacemos con el servicio de taxi, la clase del profesor y el servicio recibido del banco. A su vez, los conductores VTC también pueden evaluar a los clientes, el profesor evalúa al alumno y el banco evalúa al cliente. Las evaluaciones positivas nos gustan. Ocurre, por ejemplo, con los likes de Instagram.

chicos tomando malas decisiones en formulario

Algunos las buscan sin cesar, ya que genera un nuevo estado emocional y físico placentero. En este artículo te hablamos de la cara B del reconocimiento. No obstante, una evaluación negativa puede tener también consecuencias importantes en la motivación y en la productividad. Además, según la fuerza y relevancia de la evaluación también afectará a nuestra credibilidad profesional y personal (hemos fallado una vez, y queda la duda de si volveremos a fallar de nuevo).

 

“Una evaluación negativa puede tener también consecuencias importantes en la motivación, en la productividad y en la credibilidad”

 

 

Dos formas de hacerse cargo de las evaluaciones negativas según lo ocurrido en la crisis bancaria de Irlanda

En esta línea, cuatro profesores se propusieron entender cómo se puede recuperar la credibilidad una vez que “se ha fallado”. Para hacerlo, los académicos examinaron cómo los profesionales de banca se enfrentaron a las evaluaciones sociales negativas donde se criticaba públicamente su competencia, moral y juicio. Entender cómo estos profesionales afrontaron su pérdida de credibilidad y trataron de solucionar las causas de esas mala evaluación popular en una situación tan delicada puede aportar luces para situaciones menos tensas.

Una de las crisis bancarias más significativas fue la irlandesa, donde el gobierno anunció una garantía estatal de dos años de los depósitos, préstamos y obligaciones de bancos nacionales, junto con un importante rescate del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea. La crítica más dura, y por lo tanto la evaluación negativa social más contundente, fue hacia los profesionales de la banca que parecían priorizar siempre el crecimiento con prácticas cuestionables.

Para entender cómo estos profesionales afrontaron esta evaluación social negativa, los autores examinaron las comparecencias de 51 profesionales de banca durante los 49 días de audiencias públicas que tuvo la investigación sobre la crisis bancaria que duró 20 meses.

Ante las críticas recibidas por falta de competencia y moralidad, los testimonios trataron de recuperar la confianza de la opinión pública de dos maneras: mediante la despersonalización y la personalización.

 

Despersonalización, cuando la evaluación negativa tiene que ver con el contexto

La despersonalización consistió en desviar el foco de su rol y ponerlo en el contexto. Por ejemplo, ante la crítica de falta de moralidad por tener una política de préstamos agresiva, las manifestaciones trataron de hacer ver a la gente que ellos también habían sido víctimas de las fuerzas del mercado y que no habían tenido capacidad para frenar esa tendencia.

Todos podemos estar inmersos en momentos que invitan a tomar cierto tipo de acciones: ¿es culpa del profesional o del contexto? Hay una parte contextual que se inserta, nos guste o no, en todos nosotros. Tener la capacidad para detectarlo y anticiparse a ella es poseer imaginación sociológica, tal y como sugería Wright Mills.

 

La personalización: hacerse cargo de la evaluación negativa

Por otro lado, los profesionales de la banca optaron por tomar una actitud de personalización. Esta consistía en mostrar su preocupación real en la mejora de procesos de trabajo después de la crisis.

evaluacioens negaticas con cruces

En este sentido, los testimonios manifestaron preocupación social por las consecuencias que se derivaron de la crisis bancaria, mostraron señales de arrepentimiento por conductas del pasado, y hablaron sobre un deseo de restaurar la confianza pública. Es básicamente un ejercicio honesto en comprender que a veces ciertamente nos equivocamos, pero que a la vez no es el final de nada, sino un posible inicio. Es una oportunidad para seguir mejorando.

 

Cómo restaurar la credibilidad tras una evaluación negativa

Por lo tanto, los autores nos muestran, con un ejemplo un tanto radical, pero representativo, que siempre hay la posibilidad de corregir y restaurar la credibilidad perdida. Cuando en el futuro recibamos evaluaciones negativas (a veces de manera justificada, a veces injustificada), las investigaciones nos invitan a tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Examinar aquello potencialmente cierto en la evaluación negativa y trabajar para mejorarlo (personalización).
  • Comprender los factores externos que pueden haber concurrido en la evaluación negativa recibida (despersonalización).
  • No pensar que la evaluación negativa se dirige a nosotros como persona, sino a la tarea, servicio o acción evaluada.
  • En el caso de que sea posible, hablar con el evaluador para establecer posibles pasos de mejora.
  • Contrastar la evaluación negativa con otras personas que tengan también la capacidad de evaluar la tarea, servicio o acción evaluada.
  • Evitar contestar impetuosamente al recibir una evaluación negativa.
  • Compartir la sensación y la percepción generada por la evaluación negativa con alguien.

En una sociedad que tiende a la evaluación constante es importante estar preparados para aceptar, y a la vez, aprovechar aquellas posibles evaluaciones negativas que podamos recibir.

 

Referencias:

Walsh, I. J., Pazzaglia, F., Lyle, M. C., & Sonpar, K. (2023). Professional credibility under attack: Responses to negative social evaluations in newly contested professions. human relations76(5), 746-775.

https://people.acciona.com/es/desarrollo-profesional/perfeccionista-trabajo/