El diseño de las oficinas tiene un gran impacto en nuestro estado de ánimo, nuestra productividad, e incluso en la forma en la que nos relacionamos con nuestros compañeros. Teniendo en cuenta el tiempo que pasamos en estos espacios, tiene mucho sentido. No es lo mismo estar ocho horas en una habitación pequeña y lúgubre, donde apenas entra un rayo de luz natural, que en una gran sala de amplias ventanas y techos altos. Con esta idea en mente, algunas empresas diseñan ahora sus oficinas con espacios abiertos.

En los últimos años, el debate sobre las ventajas de estos espacios de trabajo se ha intensificado.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

El concepto de oficina abierta existe desde hace tiempo

Durante años, las oficinas abiertas han sido un concepto atractivo para muchas organizaciones. El término es bastante descriptivo en sí mismo. Habla de un tipo de oficina sin paredes, donde una multitud de empleados trabajan en mesas compartidas. Se apuesta por espacios diáfanos, sin tabiques ni otro tipo de divisiones. No hay separaciones por departamentos, ni cubículos individuales y los despachos escasean.

 

Una oficina abierta a la creatividad y la colaboración

Muchas empresas han adoptado esta forma de trabajar para fomentar la relación entre compañeros y así impulsar la innovación dentro de la organización. Al permitir una mayor colaboración y un intercambio abierto de ideas, estos diseños de oficina proporcionan un entorno ideal para que las personas trabajen juntas.

No solo abre oportunidades para la creatividad en los proyectos, sino que facilita que los empleados aprendan unos de otros y desarrollen relaciones más sólidas en el entorno de trabajo.

oficina espacio abierto con mesas de madera lueces de bombillas empelados trabajo

Estos espacios fomentan el trabajo en equipo al favorecer el diálogo abierto, sesiones creativas de brainstorming y una mayor flexibilidad. Un ejemplo de esto es el modelo Hot Desking, del que hablamos en profundidad aquí.

 

Las ventajas de contar con una oficina con espacios abiertos y cerrados

¿Qué pasa si un día tienes que reunirte con varios compañeros para una sesión de lluvia de ideas y al día siguiente tienes que revisar un informe repleto de datos a comprobar? Cada momento y cada tarea requieren de un espacio diferente. En el primer caso disfrutaremos de disponer de un lugar abierto y colaborativo. En cambio, en el segundo, será preferible realizar esa revisión en la intimidad de una sala donde no nos moleste ninguna interrupción o distracción.

Al final, cada cual decide si la oficina abierta le conviene o no. Y lo ideal para esto es ofrecer dentro de la oficina tanto espacios abiertos como salas privadas que los empleados puedan reservar para disfrutar de mayor intimidad. La clave está en encontrar el equilibrio entre colaboración y productividad que mejor se adapte a cada organización para crear un entorno de trabajo satisfactorio.

 

Fuentes: