“El liderazgo humilde era un estímulo para la autonomía y motivación del equipo”
A líderes más humildes, equipos de trabajo más productivos y leales
El estudio de Owens partía de una premisa similar (Owens and Hekman, 2016). El liderazgo es el factor que explica en mayor grado el desempeño del equipo. Por tanto, si existe un líder humilde, conocedor de las propias limitaciones y fortalezas, así como las de los miembros del equipo, este dispone de una captación de la realidad que le permitirá saber dónde y cómo crecer, y por tanto, cómo ser más productivo.
Para testear su hipótesis, los autores examinaron los datos de 607 sujetos de 161 equipos. Según sus resultados un liderazgo humilde termina teniendo un impacto en la productividad de la organización y esto se explica en tres pasos.
Paso uno: la humildad del líder (leader humility) es contagiosa y se puede transformar en humildad colectiva (collective humility).
Es decir, un líder humilde puede exportar en cierta manera su humildad a los miembros del equipo, volviéndose estos a su vez más conocedores de las limitaciones y fortalezas del equipo, así como de cada uno de los miembros, fomentando la apertura a los otros. Este paso es ya un descubrimiento interesante, ya que pasamos de codificar la humildad como un rasgo individual, a un rasgo colectivo. Podemos ser una organización humilde.
Paso dos: la humildad colectiva se transforma en un enfoque de promoción colectiva (collective promotion focus).
El hecho de ser conocedores de las propias limitaciones y fortalezas como equipo, invita a cada miembro a trabajar para conseguir el máximo potencial del equipo. Ya no se piensa tanto en clave individual, sino grupal, anteponiendo los intereses del equipo a los propios. En otras palabras, los equipos humildes se convierten en equipos abiertos y con una mayor capacidad de aprendizaje.
Paso tres: esta apertura y capacidad de aprendizaje, es la que termina cristalizándose en una mayor productividad.
Por lo tanto, la humildad, aunque no esté de moda, tiene premio para los líderes y sus organizaciones.
Cómo fomentar la humildad entre los buenos líderes
No obstante, el gran reto es cómo fomentar líderes humildes. Dejamos algunas posibles ideas sugeridas por los expertos:
- Contratar humildad. Buscar líderes humildes, que pueden a la vez, ser modestos, dificultado su localización. Es por tanto, una necesidad imperiosa buscar alternativas para detectar, identificar buenos líderes humildes. Quizás a la vez son modestos, y tienen menos números de conseguir una posición, ya que tienen más reparo en explicitar sus fortalezas. Por lo tanto, un gran reto, es como detectar los buenos líderes humildes y sus fortalezas.
- Modificar el lenguaje. Los líderes por su propia naturaleza organizativa pueden hablar con cierta facilidad en primera persona. Es necesario fomentar una cultura en primera persona del plural.
- Desarrollar una conciencia precisa. La primera parte de la definición de humildad es conocer con exactitud nuestras debilidades y fortalezas, para así obrar acordemente. Existen interesantísimos ejercicios para el autoconocimiento, o el conocimiento del equipo. Fomentando esa consciencia clara de quienes somos, con nuestras limitaciones, nos permitirá la segunda parte de la definición, obrar acordemente. Trabajar a partir de quien somos.
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Bibliografía
Ou, A. Y., Tsui, A. S., Kinicki, A. J., Waldman, D. A., Xiao, Z. and Song, L. J. (2014) “Humble Chief Executive Officers’ Connections to Top Management Team Integration and Middle Managers’ Responses”, Administrative Science Quarterly, 59(1), pp. 34–72. doi:10.1177/0001839213520131.
Owens, B. P. and Hekman, D. R. (2016) “How does leader humility influence team performance? Exploring the mechanisms of contagion and collective promotion focus”, Academy of Management Journal, 59(3), pp. 1088–1111. doi:10.5465/amj.2013.0660.