Al vértigo que supone empezar a trabajar tras terminar los estudios hay ocasiones en las que se suma el cambiar de ciudad. Y es que, teniendo en cuenta los altos niveles de desempleo juvenil que se registran en España, las mudanzas por cuestiones profesionales se han convertido en una opción para los jóvenes en los últimos años. Así lo reflejan los datos de la Estadística de Movilidad Laboral y Geográfica del Instituto Nacional de Estadística publicada en septiembre de 2018. En concreto, el 6% de los desempleados de entre 16 y 34 años se había ido a vivir a otro lugar en el último año. Cuando nos cambiamos de ciudad por nuestro primer empleo, es normal que surjan preguntas sobre cómo adaptarse a un nuevo lugar en el que vivir.

Los jóvenes son conscientes de las dificultades que se pueden encontrar en la búsqueda del primer empleo y por ello un 53% considera bastante o muy probable tener que mudarse al extranjero. Es lo que se desprende del estudio “Jóvenes y empleo, desde su propia mirada” realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud en 2016. En el mismo se detalla que un 24% de los encuestados observa la emigración como alternativa en caso de encontrar una buena oportunidad y un 32% por necesidad.

Con estos datos en la mano, es muy posible que, si estás leyendo esto, seas uno de esos recién titulados que ha tenido que dejar su hogar para empezar su primer empleo en una ciudad nueva. Si es así, o si te lo estás planteando como posibilidad, aquí tienes algunos consejos que te van a servir de ayuda para adaptarte tras la mudanza:

La actitud, pieza clave

Lo más importante es tomárselo con calma, relativizar los contratiempos que puedan surgir y no venirse abajo. Es muy probable que todo el proceso no sea un camino de rosas y surja algún que otro obstáculo o que simplemente eches de menos tu vida anterior. Es normal. No dejes que los pensamientos negativos o el pesimismo se apoderen de ti. Ten presente que cambiarse de ciudad por el primer empleo es una oportunidad para avanzar en tu carrera, y que se abre un mundo de posibilidades delante de ti.

La vivienda, mejor con calma

No tengas prisa por encontrar una vivienda donde establecerte definitivamente. Aprovecha plataformas digitales para alquilar una habitación durante las primeras semanas y así podrás conocer la ciudad antes de decantarte por vivir en una zona u otra.

Entérate de las posibilidades que te ofrece cada barrio en lo referente a supermercados, ocio o instalaciones deportivas. Para ello nada mejor que dedicar un rato después de la oficina o los fines de semana a pasear. Además, puede que te encuentres anuncios de alquiler en los portales de los edificios, quizá tu piso ideal no esté en internet y lo encuentres a la antigua usanza.

Considera que una buena opción cuando te mudas a una ciudad en la que no conoces a nadie es compartir piso. Te ayudará a conocer gente nueva y a vivir esta experiencia acompañado.

Sal y explora

Internet es tu aliado, pero no te limites a una pantalla. Es muy probable que Google Maps se convierta en una de tus aplicaciones de cabecera y le consultes cómo ir a los sitios o si cerca de donde estás hay una farmacia, una biblioteca o un supermercado.

Pero nada mejor para descubrir una ciudad que andar e ir fijándote en todo lo que ofrece. Quizá descubras un café interesante, una librería o una instalación para practicar tu deporte favorito. Acostúmbrate a apuntar en tu móvil los lugares que te interesan y la dirección, para así poder volver.

Aprovecha tus hobbies

Aunque te hayas cambiado de ciudad para dar comienzo a tu primer empleo, es muy importante que saques el máximo partido a tus hobbies. Si practicas algún deporte busca un grupo con el que salir a correr, jugar al fútbol o al baloncesto. Lo mismo con otras aficiones que tengas. Haz una búsqueda en internet de clubs o asociaciones y no dudes en acercarte a preguntar. Es una buena manera de conocer gente en una nueva ciudad.

Los amigos hay que trabajarlos

Deja a un lado la vergüenza y no temas preguntar y pedir consejo a tus compañeros de trabajo. Todo el mundo comprende lo perdido que puede sentirse alguien cuando llega a una nueva ciudad. Incluso es posible que algunos de ellos hayan pasado por lo mismo que tú y sus experiencias te puedan ser de ayuda.

Si te proponen algún plan no dudes en apuntarte, aunque en un principio creas que no te vaya a gustar mucho. Nunca sabes a quién podrás conocer o si la persona que te lo ha propuesto puede acabar siendo un amigo.

De la misma forma, propón tú mismo los planes. Sé proactivo. No esperes que la gente acuda a ti para salir a tomar algo, ir juntos al gimnasio o al cine.

En el punto medio está la virtud

Al llegar en tus primeros días no te propongas destacar, pero tampoco pasar desapercibido y que nadie note que has llegado. Algunos consejos para ello pueden ser:

  1. Observa cuáles son las dinámicas del grupo.
  2. Pon interés en conocer los nombres de los demás miembros del equipo y sus funciones.
  3. Intenta buscar un compañero a modo de mentor que te vaya explicando las dudas que tengas o que te ponga al día de las cosas que necesitas saber sobre el ambiente de trabajo.
  4. Ve a comer con los miembros de tu equipo. Así te irás integrando.

Fuentes: INE, Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud y Lifehacker.

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