1. Ve preparado.
En una entrevista de trabajo, la persona de la empresa que te recibe necesita ver que hay verdadero interés por tu parte. Para demostrar ese interés, no hay nada mejor que dedicarle tiempo a la entrevista para prepararla. Este simple hecho marca la diferencia entre los candidatos.

2. No olvides llevar tu CV impreso (y sin arrugar)
Además de para ofrecérselo al entrevistador por si no lo tuviera impreso, te sirve como guía para la exposición de las ideas preparadas con anterioridad.

3. Ensaya algunas respuestas, pero no memorices
Durante la preparación previa debes retener los principales mensajes que deseas hacer llegar, pero evita aprenderte las respuestas de memoria porque se pueden percibir poco naturales.

4. Ellos tienen información sobre ti, haz lo mismo
Investiga sobre la empresa. Un análisis sobre la cultura de la organización, el puesto al que se está aplicando y la proyección del mismo es imprescindible para poder hacer preguntas realmente útiles para ti y dejar una buena impresión en el entrevistador.

5. Llega 10 minutos antes, no una hora.
Si llegases con mucha antelación, espera fuera; así evitas que el entrevistador se sienta presionado al hacerte esperar hasta la hora acordada.

6. Habla en positivo y demuestra confianza en ti.
La actitud que demuestras en una entrevista debe ser atractiva para la persona que te está escuchando. Debes hablar en positivo porque, además, harás que el lenguaje corporal te acompañe.

7. El entrevistador te puede dar el trabajo
Sé amable aunque te puedan incomodar algunas preguntas, él/ella es la persona que decidirá entre un listado de candidatos.

8. Tómate tu tiempo para responder
Cuando el entrevistador te pregunte, no tengas miedo a guardar unos minutos de silencio para pensar tu respuesta. Es algo habitual en una conversación y no resulta incómodo en una entrevista.

9. Respira, respira, respira
La única forma de controlar los nervios que puede llevarte a ponerte rojo, que te tiemble la voz….etc es respirar. Cuando estamos en una situación tensa, solemos guardarnos el aire como si estuviéramos asustados y esto provoca estos inequívocos signos de nerviosismo.

10. Acepta que puedes cometer errores
Las entrevistas perfectas no existen. Se pueden cometer errores, así que en el momento en el que te equivoques, conserva la actitud de seguridad y continúa.

 

Ana Castán Balmori
Departamento de Organización
Recursos Humanos Acciona